miércoles, 20 de abril de 2016

abril 20, 2016
QUITO, Ecuador, 20 de abril.- Los ecuatorianos no tienen descanso. Desde que el sábado pasado un sismo de 7.8 en la escala de Richter se hizo sentir en la costa de Ecuador y generó destrozos en los edificios, en las calles y en los pueblos balnearios, el pueblo no puede descansar: trabaja en busca de sobrevivientes, intenta salvar las últimas pertenencias que quedaron en pie y encontrar alimentos y refugio para pasar el día a día.

Si bien desde hace cuatro días las replicas se sienten cada hora, y en total ya fueron más de 300, esta mañana la réplica fue mucho más que eso: un sismo de magnitud 6.2 en la escala de Richter se registró frente a la costa de Ecuador, reportó el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico.

Ruben Mero en el funeral de su sobrina, víctima del terremoto en Montecristi, Ecuador. (Foto: AP / Rodrigo Abd)

El epicentro del sismo se ubicó 70 kilómetros al oeste-suroeste de Esmeraldas a una profundidad de 10 kilómetros, dijo el centro. Por su parte, el Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que el sismo fue de magnitud 6,1 y que su epicentro tuvo una profundidad de 15 kilómetros.

Testigos dijeron que se sintieron dos fuertes temblores de unos 30 segundos cada uno, que despertaron a los pobladores que salieron a las calles.

El movimiento telúrico no se sintió en la capital Quito.

No hay información inmediata de las autoridades ecuatorianas sobre el impacto del sismo de hoy.

Las cifras de la tragedia

Hasta ahora, de acuerdo a las cifras oficiales, son cerca de 500 muertos por el terrible sismo que sacudió al país el fin de semana; además hay más de 4,.000 heridos y 231 desaparecidos, por lo que las autoridades no descartan que el número de víctimas fatales siga creciendo.

El temblor inicial afectó a un tramo de costa del Pacífico de más de 100 kilómetros donde causó daños valorados inicialmente en unos 3,000 millones de dólares. (Reuters)