domingo, 3 de abril de 2016

abril 03, 2016
SAINT LOUIS, Missouri, 3 de abril.- Clara Walker, madre de nueve y abuela de ocho, estaba asomándose por la ventana de su casa hace tres años al escuchar lo que inicialmente creyó que eran balazos de un programa de crímenes en la TV.

Sin embargo, en ese momento Anthony Jordan, de quien las autoridades dicen que era un sicario conocido como “El Padrino”, estaba afuera rociando balas a diestra y siniestra, y dos de ellas alcanzaron a Walker, matándola.

“Saint Louis es un lugar peligroso ahorita. Están por todos lados”, comentó Johnny Barnes, el novio de mucho tiempo de Walker, durante una entrevista.

Un memorial para dos hermanas asesinadas en la Avenida Vandeventer en St. Louis, que está entre las ciudades estadounidenses más peligrosas. (Whitney Curtis para The New York Times)

Las autoridades relacionaron la muerte de Walker con una pandilla callejera peligrosa de Saint Louis que tiene nexos con un cártel mexicano de la droga, el cual ha distribuido en el pasado mariguana y cocaína por todo el medio oeste. Sin embargo, en años recientes, los traficantes mexicanos han inundado el área de Saint Louis con una nueva y potente forma de heroína, reduciendo drásticamente los precios de la droga e incrementando su potencia para atraer a consumidores de los suburbios.

La dispersión de la heroína barata ha llevado a un incremento del número de casos de sobredosis, de adicción y de violencia en las ciudades de todo el país.

“Las pandillas necesitan tener muchos clientes dado que la droga es tan barata”, explicó Gary Tuggle, el jefe en Philadelphia de la Agencia Federal Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés), quien observó el mismo fenómeno cuando era jefe de la misma agencia en Baltimore. “Lo que estamos observando es que estas pandillas se vuelven más violentas conforme tratan de expandir su territorio”, agregó.

Para atraer clientes, los cárteles, normalmente a través de un representante local, instruyen a las pandillas para que vendan la droga hasta por 5 dólares la “tacha” de un décimo de gramo de heroína en polvo, la cual podría durarle todo el día a un usuario nuevo. A veces, las pandillas distribuyen muestras gratis, de acuerdo con los agentes de la DEA.

La pureza de la heroína decomisada por los agentes antinarcóticos en las calles de las ciudades de Estados Unidos ha ido aumentando significativamente en años recientes, comentan los agentes federales, llegando a un 50 por ciento de un cinco por ciento que contenía hace apenas algunos años en Saint Louis, y en Philadelphia llega hasta un 90 por ciento de pureza.

En 2014, Saint Louis tuvo el índice más alto de homicidios de todas las ciudades con más de 100 mil habitantes. Sus 157 homicidios de ese año subieron un 18 por ciento para llegar a 188 en 2015 y aunque el ritmo ha bajado un poco en los primeros meses de este año, la ciudad va de nuevo perfilándose para estar entre las ciudades grandes más peligrosas del país.

El problema de la heroína difícilmente puede ser ignorado por las autoridades de la ciudad. Entre aquellos que han sucumbido ante el problema de la droga se cuenta a un sobrino de Steve Stenger, funcionario del Condado de Saint Louis, quien murió de una sobredosis en 2014. Un hermano del alcalde Francis Slay fue arrestado bajo cargo de posesión de heroína en 2012, y el hijastro de Jennifer Joyce, la fiscal de la ciudad, fue arrestado el mes pasado por el mismo cargo.

Los cárteles mexicanos, incluyendo el de Sinaloa, que domina la distribución de drogas ilegales por todo el medio oeste, en general se han abstenido de participar directamente en la violencia en Saint Louis, comentan los agentes policiacos. Sin embargo los lugartenientes de los cárteles han buscado incitar rivalidades entre las pandillas callejeras, dicen las autoridades. (diario.mx / The New York Times)