martes, 5 de abril de 2016

abril 05, 2016
MÉRIDA, Yucatán, 5 de abril.- “El gobierno del estado propone invertir hasta 1,500 millones pesos en su estrategia integral de seguridad denominada Escudo Yucatán, una cuestión lógica por parte de la ciudadanía, es conocer el detalle del equipo que se piensa adquirir y de la infraestructura física y tecnológica que se piensa poner en marcha -eso ya sido y será abordado con el correcto detalle que la ley permita, por las áreas de seguridad y gobierno interno de la administración pública estatal; sin embargo, una pregunta también central es si estamos ciertos que Escudo Yucatán y el esquema financiero que lo acompaña, no pondrá en riesgo la estabilidad y salud de las finanzas del gobierno del estado. Esa segunda pregunta es central para el público en general” expresó el Secretario de Finanzas del Estado.

Empecemos – señaló Dájer Abimerhi- por decir que los $1,500 millones de pesos que como techo máximo financiarían Escudo Yucatán -si lo aprueba la mayoría calificada del Congreso, esto es, dos terceras partes de los diputados- se obtendrían monetizando los recursos de los programas federales FAISE (Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Estatal) y FAFEF (Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas). Monetizar es una forma técnica de decir “adelantar los recursos”, en este caso hasta el 25% del total que se piensa recibir en Yucatán por esos fondos federales los próximos 13 años.

El Dr. Dájer Abimerhi, secretario de Finanzas del Estado y ex rector de la UADY, despeja con aplomo dudas financieras acerca de Escudo Yucatán. (Foto archivo de Manolo García)

“En ningún caso”, dice el Secretario- “se comprometen participaciones estatales, como se haría en un esquema de deuda pública clásica. No comprometer participaciones es importante, porque las participaciones son las que definen en gran medida la calificación crediticia del estado y son, en cierta forma, los recursos más estables y seguros con los que Yucatán puede contar para su desarrollo futuro.”

Así, “la primera certeza que hay que tener es que no se afectan las participaciones del estado. Se adelantan los recursos de programas federales que llegan al estado como parte de aportaciones regulares, no se comprometen –insistimos-  las participaciones del estado o recursos propios de la entidad, es decir el dinero que el propio Gobierno del Estado recibe o recaba directamente en en Yucatán”, remarca el funcionario.

¿Qué pasa con estos recursos adelantados? Le preguntamos. Él nos responde “Al adelantarse los recursos, estos pueden utilizarse únicamente para los rubros autorizados por los programas y por el acuerdo específico que establezcan el estado y la federación a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mediante un decreto. El nivel de auditoría de los recursos será muy estricto y permanente, lo que otorga garantías que no se usarán para algo que no haya sido autorizado desde un principio, en este caso sólo serán para Escudo Yucatán”.

“Los recursos adelantados quedan bajo un doble candado”, continúa Dájer Abimerhi : “el candado de que sólo pueden usarse para Escudo Yucatán como ya mencionamos, y el candado de que todo proceso de adquisición, licitación, entrega a instalación de equipos e infraestructura, debe apegarse a lo que señalan los programas y procesos federales, que en lo que corresponde a FAISE y FAFEF son muy estrictos”.

¿Cómo afecta a futuros gobiernos el esquema financiero de Escudo Yucatán? ¿ellos pagarán intereses por el dinero que gastaron otros? Lo cuestionamos. “El monto de hasta $1,500 millones de pesos de monetización de recursos ya incluye los costos financieros, legales y contables que se necesitarán para adelantar el dinero”, dice Dájer Abimerhi. “Todo, desde el capital a invertir, hasta los intereses a pagar, se incluyen en el 25% de lo que se pedirá que se adelante al estado para invertir en seguridad pública. Todo está incluido en el mismo esquema financiero”, dice enérgicamente.

¿No es un esquema de alto riesgo? “No, de ninguna manera”, señala el responsable de las finanzas públicas estatales, “de hecho es un esquema probado en muchos estados, incluso aquí mismo en Yucatán donde hace unos meses el Congreso del Estado, alineado a una estrategia federal, aprobó un plan muy similar con recursos del programa federal FAM (Fondo de Aportaciones Múltiples). Esos recursos adelantados están sirviendo para impulsar inversiones en infraestructura educativa. Ya quedó probado que este esquema sirve para aprovechar los recursos federales, sin comprometer las finanzas estatales. Es un esquema que el propio Congreso Estatal ya aprobó en su momento. Se trata de un nuevo tema y de nuevos programas, pero no de un esquema financiero diferente o de riesgo”.

¿Y cómo va a afectar a éste y a futuros gobiernos él no disponer del 25% del FAISE y del FAFEF por 13 años? La afectación es mínima, dice Dájer Abimerhi. “Hay que recordar que hoy –sólo como ejemplo-  recursos del FAFEF se utilizan para pagar el costo de la deuda que ya tiene el estado, pago que puede irse reduciendo y acotando cada año. Todavía más importante, es recordar que muchos pagos de recursos que se hacen desde FAFEF –tales como la remodelación de áreas en malas condiciones estructurales en Palacio de Gobierno, el rescate de playas en la Costa de Yucatán, la remodelación de la Facultad de Derecho de la UADY – no son acciones recurrentes (que deban pagarse o presupuestarse cada año) o bien son proyectos que podrían pagarse con otras fuentes de recursos o programas federales”.

“El comprometer recursos de FAFEF apretaría el cinturón al estado en áreas no estratégicas y lo obligaría –de hecho- a tener una mejor calidad en la asignación de recursos federales. Vale la pena el ejercicio”.  Señala enfáticamente el ex-rector de la UADY.

“En el caso del FAISE, el esquema es todavía más contundente en su certeza de no afectación a futuros gobiernos. Cada año muchos recursos del FAISE quedan sin ejercer, esto es, sin gastarse, porque no existen proyectos suficientes, o las condiciones para autorizarlos son tan estrictas que no se logran terminar en un año”, argumenta el funcionario.

“De hecho –dice  Dájer Abimerhi haciendo números de memoria- en 2014 y 2015 más de 50% del FAISE quedó sin ejercerse en el año presupuestal respectivo, con el esquema financiero que se propone para Escudo Yucatán, que compromete el 25% de los fondos del programa FAISE,  esos fondos sí se aprovecharían y con ello estarían llegando más recursos al estado como inversión federal. En lo que se refiere a FAISE, el esquema de Escudo Yucatán no sólo no compromete recursos, de hecho permite aprovechar recursos federales a los que Yucatán tiene derecho y que hoy quedan ociosos, dando una ganancia neta a las finanzas del estado”, insiste el alto funcionario en su argumento que se oye sólido y él se ve confiado.

¿Se gastan 1,500 millones hoy en cámaras, patrullas, radios y tecnologías, y comprometemos recursos por 13 años, pero las patrullas y los radios no van a durar 13 años, cómo se van a mantener actualizados o a renovar? Le preguntamos de forma directa “Por esa razón únicamente se permite a los estados adelantar hasta el 25% de los recursos federales esperados, para darles margen de maniobra con el otro 75% y para mantener su capacidad de inversión”, contesta Dájer Abimerhi.

“Además”, sigue el Secretario de Administración y Finanzas- “una vez realizada la inversión inicial –que es la que requiere un gran monto invertido de un solo golpe- el mantenimiento y cuidado de la infraestructura, así como la renovación de patrullas, se puede programar de forma gradual y por etapas en cada presupuesto. Es como el hogar de una familia: una vez construida la casa, el mantenimiento y cuidado de la misma se puede hacer de forma gradual y claramente programada sin amenazar el presupuesto, en este caso, del estado”.

“En suma”, concluye Dájer Abimerhi, “se trata de aprovechar al máximo los recursos federales que llegan a Yucatán y que a veces quedan sin utilizarse plenamente. Los recursos que se comprometen son recursos federales, no estatales y nunca participaciones. Queda amplio margen de maniobra financiera para futuros gobiernos y, sobre todo, es un esquema ya probado y aprobado aquí en Yucatán, con resultados concretos y beneficios visibles. Escudo Yucatán en su parte financiera ofrece certeza, transparencia y opinión permanente de la ciudadanía en el gasto y ejercicio de recursos. Recordemos que cada peso invertido deberá tener la opinión positiva del Consejo Estatal de Seguridad, en el que participan universidades, empresas, cuerpo diplomático, fuerzas armadas y organizaciones sociales”.

“Vale la pena dar este paso, con certeza financiera, para seguir un paso delante del delito y el crimen en este Yucatán comprometido con la paz, la seguridad y el bienestar”;  dice con aplomo el Secretario encargado de los dineros públicos en Yucatán.