viernes, 29 de abril de 2016

abril 29, 2016
BRASILIA, Brasil, 29 de abril de 2016.- Reportera de la CNN humilla a Dilma en una entrevista: "A usted se le considera una de los peores líderes del mundo..."

En la entrevista con la 'top' de CNN, Christiane Amanpour, grabada el miércoles 27, Dilma recibió un golpe a la mandíbula.

Parte de la conversación, que fue publicado en el Twitter de Christiane, muestra a Dilma en situación muy complicada. La pregunta cayó como una bomba a la futura ex presidenta:

La presidenta Dilma Rousseff hoy, durante el anuncio de la prorrogación de la permanencia de médicos brasileños formados en el extranjero, así como los extranjeros, en el programa "Mais Médicos". (Givaldo Barbosa / Agência O Globo)

"No hay una manera fácil de hacer la pregunta: A usted se le considera una de los peores líderes del mundo, su popularidad hoy en día es inferior al 10% -y esto es muy, muy bajo- el impeachment aprobado en el Congreso por una amplia mayoría que sorprendió aun a sus seguidores, usted no parece tener muchos amigos en el Congreso. ¿Usted cree que va a sobrevivir al impeachment en el Senado?"

Dilma, como siempre, desvió el enfoque de la pregunta y soltó un montón de palabras inconexas, desviando el asuntoi hacia los países de Europa:

"En Brasil, un país con un sistema presidencialista, así como en Estados Unidos, nadie puede ser sometido a juicio político por impopularidad porque la impopularidad es cíclica. Todos los presidentes o primeros ministros de Europa que tuvieran un 20% de tasas de desempleo tendrían que sufrir un proceso de impeachment, ya que también tendrían una profunda caída en popularidad".

La reportera no se rindió y continuó:

"Entiendo lo que estás diciendo, pero ¿cree que va a sobrevivir?"

Dilma dijo que peleará y no se rendirá.

Cuando su país firmó un contrato para albergar los Juegos Olímpicos de 2016, Dilma Rousseff estuvo allí desde el principio.

Pero ahora, con los esfuerzos para destituir a la presidenta de Brasil ganando fuerza, Rousseff podría quedar fuera cuando comiencen los juegos. Si los senadores aprueban un juicio político, tendrá que apartarse del cargo durante 180 días para defenderse.

"Si eso sucede, voy a estar muy triste... Me gustaría mucho participar en el proceso olímpico, porque ayudé a construir eso desde el primer día", dijo Rousseff a Christiane Amanpour de CNN en una entrevista exclusiva.

Si una comisión del Senado recomienda su destitución y una mayoría de senadores aprobar la moción, Rousseff podría ser suspendida en mayo, unos tres meses antes de los Juegos Olímpicos de verano en Río de Janeiro.

El evento se suponía que era una vitrina para Brasil como potencia emergente en el escenario global. Pero en estos días, los obstáculos que el país enfrenta en medio de un enorme escándalo de corrupción parecen ir a mayor velocidad que los corredores olímpicos.

En la amplia entrevista con Amanpour, Rousseff defendió su gestión, se comprometió a seguir luchando y argumentó que lo que ha hecho como presidenta tiene muy poco que ver con el juicio político.

"Creo que hay un elemento muy fuerte que tiene que ver con el hecho de que soy una mujer", dijo Rousseff. "Ellos han dicho a menudo que yo era una mujer muy dura".

"Y siempre he respondido de la siguiente manera: 'Sí, soy una mujer dura, rodeada de hombres lindos, educados, gentiles y amables", dijo Rousseff con una sonrisa irónica. "Sólo las mujeres son descritas como duras en el cargo cuando toman una posición".

Rousseff tenía altos índices de aprobación cuando se convirtió en la primera presidenta de Brasil en 2010. Ahora es un mandataria muy impopular con un índice de aprobación cerca de 10% debido a la peor recesión en décadas y a un escándalo de corrupción que implica a la petrolera estatal Petrobras y a decenas de políticos de su partido y de la coalición de gobierno.

La presidenta no ha sido implicada en el escándalo, pero millones de brasileños han salido a las calles para exigir su destitución por la corrupción institucional y la economía en crisis. La semana pasada la Cámara de Diputados del país aprobó por abrumadora mayoría una moción para el proceso de su destitución. Rousseff está acusada de violar las leyes presupuestarias al realizar préstamos de los bancos estatales para cubrir el déficit de Brasil y para pagar programas sociales.

Pero este viernes hubo buenas noticias para Dilma:

Miles de ciudadanos brasileños tomarán las calles del país desde este viernes para protestar en contra del juicio político que, como parte de las acciones para ejecutar un golpe de Estado, la derecha pretende iniciar contra la mandataria Dilma Rousseff.

Desde el pasado 17 de abril, cuando la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el pedido de juicio político, los ciudadanos del país suramericano han realizado innumerables movilizaciones en defensa de la democracia y a favor de la mandataria.

Aunque el panorama que enfrenta la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, es cada vez más oscuro, la mandataria sigue denunciando de frente las “irregularidades” que ella y cientos de sus seguidores ven en el proceso de juicio político, iniciado hace varias semanas en el país.

Rousseff ha denunciado en varias oportunidades que el proceso, iniciado por la oposición, es un golpe blanco. Varios intelectuales y políticos afiliados al Partido de los Trabajadores (PT), el partido de la presidenta, coinciden.

Este viernes, Dilma Rousseff consideró “ridícula” la acusación utilizada para tramitar un juicio político en su contra en el Congreso y denunció que “es una elección indirecta cubierta por el manto del 'impeachment'”.

Rousseff insistió en que las maniobras fiscales que realizó en 2014 y 2015 -en las que se apoya la oposición para avanzar con el juicio político destituyente- fueron para garantizar los programas sociales.

“No me acusan de tener cuentas en el exterior, porque no tengo, no me acusan de corrupción, porque no cometí, no me acusan de irregularidades con dinero publico, no porque no lo hice”, agregó.

“Hay un proceso que está en curso y tiene nombre, es golpe”, insistió, durante un acto en el que anunció la renovación del programa Más Médicos, lanzado por Rousseff en 2013 para garantizar la atención sanitaria en las zonas más pobres y remotas de Brasil.

La mandataria aprovechó también para cargar contra el vicepresidente del país, Michel Temer, que asumiría la Presidencia de forma provisional si prospera el juicio político contra Rousseff.

La gobernante insinuó que un posible Ejecutivo de Temer reducirá los programas sociales y se refirió también al programa económico del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece Temer, que abre la puerta a reducir las inversiones en sectores como salud o educación, dijo. (Diário do Brasil / CNN / teleSUR TV/ El Espectador)