domingo, 3 de abril de 2016

abril 03, 2016
Mtro. Omar Ocampo, Fundador del Observatorio de la Facultad de Derecho de la UADY.

El posgrado en la Facultad de Derecho de la UADY, está en pleno hundimiento. Las personas han dejado de inscribirse y el programa está desactualizado. En generaciones anteriores la Uady competía contra nadie. Ahora se le han devorado irreversiblemente. El posgrado en derecho se encuentra sin una dirección efectiva pero sobre todo sin personal capacitado que pueda educar y enseñar las más altas artes de los posgrados.


En un intento desesperado la Oficina del Abogado General de la UADY, ha mostrado el cómo tiene el control de la Facultad de Derecho mediante la intervención del posgrado, contribuyendo en primera línea con el mismísimo Abogado General como profesor (quien al mismo estilo macedoniano, logró el mejor promedio de su generación de maestría) a dar clases. Sin embargo, esto no lo hizo por poder aportar calidad al posgrado (ya que este personaje no se graduó sino hace menos de un par de años, su cédula es del 2014) sino porque NO HAY MÁS personas al menos con el grado de maestría que pudieran impartir las clases por más que las han estado localizando.

Las necesidades que hay en el posgrado en derecho son tan grandes, que no tienen lo más elemental como son los revisores de tesis, o los que había les han renunciado, o los han renunciado.

La oficina del abogado general, ha contribuido con no menos de 8 abogados de su círculo más cercano y de su primera línea y quienes le responden sólo a él… por lo que en otra disposición desesperada de esta oficina el Abogado General ha enviado en primer lugar a un par de maestras que trabajan bajo su señorío, como sus nuncios, y quienes de buena fe (no pudiendo decir que no) y chambonamente se están “fletando” a hacer revisiones “en caliente” de tesis de todo tipo. Interesante es que el ver que en la mayor parte de los exámenes de grado de maestría tienen siempre a la misma dupla de abogadas renancistas.

A otras tres de las personas de su personal les abrieron una oficina en la propia facultad de derecho, donde tienen unos escritorios y un par de computadoras, y que funcionan más como “correvediles” y oficina de engarce con el edificio central, pero que no se encuentran bajo control de la dirección, no le rinden cuentas, entran salen a la hora que deseen y le quitaron un espacio a la facultad en las aulas de posgrado que tanta falta les hace posteriormente.

En otra medida extrema, la Coordinadora de la Unidad de Posgrado, solicitó a todos los que sus tesis estuvieran en proceso y con algunos avances, sin aval muchas veces de sus directores de tesis, a que le enviaran estos documentos, para graduarlos lo antes posible. Esto para incrementar el índice de titulaciones en esta facultad y aparentar que esta coordinación se encuentra trabajando y su coordinadora no está cortando figuritas con una tijerita.

Esto no solo es una afrenta al buen avance científico sino a la moral, y a la reglamentación universitaria. El graduar a personas que no tienen trabajos terminados. Insisto, NO se trata de decir que no tengan capacidad académica, porque SÍ la tienen, sino que decidieron las autoridades académicas en aumentar un índice para guardar unas apariencias que no existen, y les quitaron a estas personas que desesperadamente necesitaban una asesoría académica Y QUE NUNCA LA RECIBIERON, porque no tienen a la gente adecuada para hacerlo.

Estos estudiantes son víctimas de la incapacidad y negligencia de los dirigentes académicos de esta facultad, ya que se trata de estudiantes que de buena fe pagaron durante tres años un posgrado que creyeron era serio, y al final no se les ofreció la asesoría técnica para graduarse, o bien se les deja la puerta abierta para que mediante un trabajo al vapor y firmado por algún asesor maniatado y a modo, para venderles la idea que mejor de una vez… y de esta forma no decirles que les fallaron, que no tienen a la gente, que les asesore ya que despreciaron a quienes SI TIENEN CALIDAD ACADÉMICA como son el Mtro. “Pepo” Gallegos o los doctores Dr. Israel Herrera (SNI-1 y Perfil PRODEP) y el Dr. Javier Estrada (Perfil PRODEP), porque exigieron y denunciaron estos petardos Y SE NEGARON A SER PARTE DE ESTO.

La Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán, sigue cayendo en picada, porque lejos de exigirles y ofrecerles calidad a los estudiantes, les vende paja, les ofrece caminos fáciles. El otorgarles el título a sus estudiantes debe pasar por un crisol de exigencia académica que busque el forjarlos bajo la fragua de la seriedad científica y la exigencia al estudiante y no por la política de aparentar.

Pero ¿Qué se puede esperar de un Director que se graduó misteriosamente de su doctorado “serio” (que él mismo se auto dirigió) como el primero (cuando sus compañeros ninguno había terminado su primer capítulo cuando él se graduó) el de mejor calificación y además en tiempo exprés y al vapor en menos de 6 meses de haber concluido sus clases? Todos estos logros coincidentemente apresurados antes de las elecciones a director y colocar como un requisito a tomar en consideración el grado más alto.

Es lamentable el ver el cómo poco a poco este Abogado General ha ido tendiendo sus largas influencias sobre la facultad negando un control en el mismo cuando la hace de rector al imponer y comandar desde su oficina, y el director oficial de la facultad creyendo que la controla… y el rector… bien gracias volteando a otros lados en lugar de meter orden, despedir a Macedonio por no ser director, poner en cintura al que se cree director por creerlo y dejar de seguir con una política hostil y rocosa de creer que tiene que casarse con su error hasta el final antes que buscar el encausar el barco.

De esto ahondaremos más profusamente en las siguientes entregas.