martes, 19 de abril de 2016

abril 19, 2016
Pedro Echeverría V.

1. El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González señaló que en los casos de tortura se debe sancionar a los responsables “porque la impunidad es generadora de que se propicien estos casos”. “Fue importante e inédito que el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, ofreciera una disculpa ante el personal militar por la tortura que sufrió una mujer a manos dos soldados y tres elementos de la Policía Federal (captada en video y difundida ampliamente en los medios de comunicación), pero la acción debe completarse para que dicho mensaje “permee al interior de las fuerzas armadas”. En la medida que haya sanciones y que la sanción sea proporcional a la conducta que se cometió, se mandará un mensaje muy importante de que esto se debe erradicar en el país.

2. México -país líder en el mundo en asesinatos, persecuciones y torturas a presos- después de varios siglos de malos tratos y vigorosas torturas para sacar confesiones, de pronto un general (el tal Cienfuegos) jefe del ejército se vio obligado a pedir disculpas públicas porque alguien se atrevió a publicar el video de una salvaje tortura contra una joven. Este gesto pasará a la historia porque “al fin un funcionario se disculpó” -después de 10 millones de torturados y seguramente cientos de miles de asesinados- de ese salvaje trato en las cárceles. Yo (dice mi amigo) colgaría a los torturadores, mucho más a sus jefes, en lo más alto del asta bandera del Zócalo y de las torres de la catedral. ¿Desaparecería la tortura con ese castigo?

3. En el sistema capitalista las cárceles, así como las torturas también son de clase social. En las cárceles hay decenas de miles de presos de los cuales el 98 por ciento es de origen pobre y por ello siempre son víctimas de tortura. De cada 100 uno o dos pertenece a la clase rica y para los carceleros sería un atrevimiento, una falta de respeto, torturar a un rico. En cambio cuando se trata de gente pobre se solazan y burlan –como salvajes y machos- del sufrimiento de los humildes. Millones de presos han muerto por no soportar la crueldad de la tortura y otros que por valientes la han resistido, han sufrido el asesinato por órdenes superiores. “Prefirió suicidarse para no delatar a sus compañeros”.

4. En Mérida a los 24 años, fui interrogado tres días siendo Jefe del DAP mi ex maestro de Geografía de la Secundaria Federico Stein Sosa, en medio de presiones y mentadas de madre de otros agentes para que declare quienes organizaron la manifestación campesina que encabezaba. En el DF en 1973 fuimos interrogados 80 compañeros –acusándonos de “guerrilleros urbanos”- por el “General José Salomón Tanús” en medio de presiones, “pocito”, toques eléctricos y mentadas de madre. Todos salimos libres al probar que aunque éramos una izquierda radicalizada con trabajo obrero, no teníamos que ver con la guerrilla que ponía nervioso al presidente Echeverría Álvarez. Además se publicaron desplegados en nuestra defensa.

5. Pero la tortura en México es inevitable para presos que les llaman “comunes”, sobre todo contra los anarquistas, profesores, estudiantes, luchadores sociales que han participado en las batallas de protesta en las calles. La mayoría de esos jóvenes luchadores prefieren muchas veces confesarse de entrada “culpables solitarios” para evitar ser torturados. Cientos de amigos profesores y luchadores sociales del DF, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas, Quintana Roo, estudiantes de Yucatán, han sido detenidos y encarcelados después de sufrir torturas de todo tipo. ¿Cuántas veces han sido torturados los profesores de la CNTE para que se declaren culpables de las acusaciones que les han inventado?

6. ¿Dónde aprehendieron esos métodos de tortura de origen nazifascista esos policías, soldados y marinos? ¿Cómo les nace esa conciencia de odio contra los explotados y oprimidos sino no es por el “lavado de cerebro racista que usan los jefes militares”? En las escuelas militares de los EEUU, ubicadas en Panamá, Nueva York y otras ciudades, se enseñan cientos de tipos de tortura; pero no basta ir tan lejos: se sabe que en las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey, empiezan a construirse escuelas paramilitares (semi ocultas) financiadas por el gobierno mexicano y el Pentágono yanqui –organizadas y autorizadas en México- para que esas fuerzas armadas mexicanas enseñen y ejerciten a sus futuros milicos.

7. Los asesinatos, los encarcelamientos, las torturas, la pobreza y la miseria, no acabarán en el mundo mientras exista la sociedad capitalista que con la fuerza de sus policías y ejército impone una serie de leyes en beneficio de una minoría de millonarios. ¿Y si pusiéramos de pie las leyes que están de cabeza? Así: a) Irán a la cárcel todos los explotadores, los enriquecidos con el trabajo ajeno; b) todos aquellos que se dediquen a hacer negocios sin producir nada; c) todos aquellos dueños de grandes fábricas, bancos, comercios, inversionistas, que no comprueben el origen lícito (según nuevas leyes) de su capital; d) aquellos gobernantes corruptos que han acumulado dinero y propiedades; e) sólo gozarán de libertad los niños, los viejos, los lisiados y los que posean un trabajo honrado.

8. El Yucatán, por cierto, el gobierno recibió miles de millones de pesos para cuidar la seguridad. Está probado –como escribí hace un mes- que Yucatán es un estado pacífico por lo menos desde hace 200 años donde no hubo movimiento de Independencia, de Reforma o Revolución. Dado de que casi no está integrado a México ni los problemas de inseguridad le influyen, parece que gastarán ese dinero en construir un gran ESCUDO para que los ricos, los millonarios, los explotadores, se defiendan de los desesperados pobres que buscan trabajo o un pequeño ingreso para su familia. ¿Por qué los ambiciosos partidos e ignorantes diputados votaron por un gran ESCUDO en vez de usar ese dinero para crear empleos o por lo menos mil comedores públicos gratuitos para mermar el hambre del pueblo? (19/IV/16)