viernes, 18 de marzo de 2016

marzo 18, 2016
Emily Underwood / Science / 17-III-16

Las personas con trastorno del espectro autista (TEA) mueren en promedio 18 años antes que la población general, según un informe publicado hoy por Autistica, un grupo filantrópico con sede en el Reino Unido. Las personas que tienen TEA y discapacidad intelectual mueren incluso más jóvenes, en promedio 30 años antes que los que no tienen las condiciones.

Accidentes fatales como ahogamientos, cuando un niño o un adulto con TEA se aleja de los cuidadores son una de las causas clásicas de muerte prematura en personas que tienen el padecimiento y discapacidad intelectual, dice Sven Bölte, un psicólogo clínico en el Instituto Karolinska en Suecia, cuya investigación se cita en el informe Autistica. La epilepsia, junto con varios otros trastornos neurológicos, es otra causa común de muerte entre las personas que tienen dificultades de aprendizaje y TEA, lo que sugiere que la interrupción temprana del desarrollo neurológico es la causa.

Estas causas "clásicas" de la muerte prematura de autistas, sin embargo, no bastan para explicar la diferencia de décadas entre la muerte entre las personas autistas y las no autistas, tengan o no discapacidad intelectual, dice Bölte.

Para explorar estas brechas, en 2015 el grupo de Bölte publicó un amplio estudio epidemiológico de más de 27,000 suecos con TEA, 6,500 de los cuales tenían discapacidad intelectual. Encontraron que el riesgo de muerte prematura fue de alrededor de 2.5 veces mayor para todo el grupo, una brecha en gran parte debida al aumento de la prevalencia de problemas comunes de salud como diabetes y enfermedades respiratorias. Los pacientes pueden haber sido diagnosticados demasiado tarde, porque no saben cómo expresar sus preocupaciones de salud a los médicos, dice Bölte, por lo que es "extremadamente importante" para los médicos generales explorar a fondo los síntomas y las historias clínicas de sus pacientes autistas.

También es preocupante el hallazgo de que los adultos autistas sin dificultades de aprendizaje tenían nueve veces más probabilidades que los controles de suicidarse, en particular las mujeres. Esas cifras podrían ser un reflejo del aislamiento y la depresión que sufren muchas personas de alto funcionamiento con TEA, apunta Bölte.

"No podemos aceptar una situación en la que muchas personas autistas nunca llegarán a los 40 años," dijo John Spiers, el presidente de Autistica, en un comunicado de prensa. La organización benéfica llamó al estudio y acción inmediatos del Servicio Nacional de Salud de Inglaterra y anunció que recaudará 10 millones de libras esterlinas para financiar su propia investigación.