miércoles, 2 de marzo de 2016

marzo 02, 2016
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de marzo.- Los cinco jóvenes que desaparecieron el 11 de enero pasado en el estado mexicano de Veracruz fueron quemados y sus restos molidos y tirados a un río, según el testimonio de uno de los policías detenidos en relación al caso, Rubén Pérez.

“Conforme la información con la que se cuenta, (los jóvenes) fueron quemados, posteriormente fueron molidos, seguramente en un molino de caña, y fueron tirados a un pequeño río”, dijo el martes el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, a la cadena Televisa.

El subsecretario indicó que dicha información fue comunicada el lunes a los familiares de las cinco víctimas de desaparición, cuatro jóvenes y una adolescente de 16 años, en el municipio de Tierra Blanca.

Familiares y amigos de los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca, Veracruz, México. “Conforme la información con la que se cuenta, (los jóvenes) fueron quemados, posteriormente fueron molidos, seguramente en un molino de caña, y fueron tirados a un pequeño río”, informó el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa. (EFE)

En la reunión “dimos cuenta de la detención y puesta disposición de un juez de un octavo” policía estatal, cuya declaración fue “muy relevante” porque “estuvo presente prácticamente en todos los momentos clave” de lo ocurrido el 11 de enero, señaló.

Los cinco fueron detenidos por policiales estatales en una gasolinera de Tierra Blanca cuando regresaban de un viaje de vacaciones, un momento que fue captado por cámaras de vídeo ubicadas en esa zona y por un vecino de uno de los muchachos.

Los jóvenes fueron detenidos “simplemente porque (a los agentes) les parecieron sospechosos”, señaló Campa.

Sobre Pérez, detalló que estaba con el delegado de la Policía estatal en Tierra Blanca, Marcos Conde, cuando éste fue informado de la detención de los jóvenes.

El jefe le ordenó que se trasladara a un segundo lugar, al que llegó Pérez, quien presenció además cuando los jóvenes fueron llevados “a un tercer punto”, donde les hicieron “un primer interrogatorio a los muchachos”, narró el subsecretario.

Finalmente, el agente se dirigió al rancho “El Limón”, donde los jóvenes fueron otra vez interrogados, “los privan de la vida y está en el inicio del proceso de desaparición de los cuerpos”, aseveró.

Por ello, su declaración es “muy relevante”, señaló el subsecretario, quien recordó que Conde “ya está detenido y sujeto a proceso” por este caso.

También está detenido Francisco Navarrete Serna, presunto narcotraficante perteneciente al cartel Jalisco Nueva Generación y jefe de plaza del crimen en ese municipio.

El subsecretario admitió la similitud de este caso con el de los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa, quienes desaparecieron el 26 de septiembre del 2014 en la ciudad de Iguala, en el sureño estado de Guerrero, a manos de policías a sueldo del crimen organizado.

Según la versión oficial, los 43 jóvenes fueron detenidos por los agentes y entregados a miembros del cártel de Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron sus cuerpos en un basurero del municipio vecino de Cocula.

Sin embargo, esa teoría es rechazada por los padres de las víctimas, por el grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que estudia el caso desde marzo de 2015 y por forenses argentinos, que han dicho que no hay evidencias de que fueran quemados en ese basurero. (EFE)