miércoles, 2 de marzo de 2016

marzo 02, 2016
MADRID, España, 2 de marzo.- Si hay algo que domina Pablo Iglesias es saber convertirse en noticia, ya sea por su oratoria, por sus tuits o por sus gestos simbólicos y rompedores, unas nuevas formas que han quedado de nuevo probadas en la segunda jornada del debate de investidura.

Tras su encendido discurso contra todos, y después de haber escuchado con atención a Xavier Domènech, el portavoz de En Comú Podem, con el que la formación morada ha repartido su tiempo, Pablo Iglesias ha querido celebrar efusivamente la oratoria de ambos y, sobre todo, su estreno en el Congreso. Y lo ha hecho, como toda pareja bien avenida, con un pico, un beso en la boca inmortalizado por las cámaras de TVE y que ha desconcertado a más de un diputado del PP, espectadores de excepción del momento.

Enlace a  reportaje de 2011 Los besos polémicos de Benetton: el Papa, Obama, Sarkozy, Chávez...


En primera fila observaron el beso los ministros en funciones de Agricultura, Isabel García Tejerina, Sanidad, Alfonso Alonso, y Economía, Luis de Guindos, cuya cara de estupor levantó no pocos comentarios en las redes.

«Los besos no se preparan, somos una fábrica de amor»

No es la primera vez que Pablo Iglesias celebra con un beso en la boca los grandes momentos de Podemos. Hace días también tuvo muestra de cariño con el gallego Raimundo Viejo durante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso.

Tanto en esa ocasión como este miércoles Pablo Iglesias tiró de humor para explicar el gesto. «Los besos no se preparan, somor una fábrica de amor», proclamó ante las cámaras.

La anécdota de la jornada

El beso, la anécdota de la jornada, ha incendiado rápidamente Twitter. No pocos usuarios se preguntan si dará votos.

También hay periodistas que ya buscan un significado más allá y cuestionan si Pablo Iglesias marca diferencias con las distintas confluencias.

También hay quien no ha tardado en recordar otros besos célebres, como el que tuvo lugar a finales de los 80 entre Mijaíl Gorbachov, entonces presidente de la URSS, y Erich Honecker, su homólogo en la RDA, uno de los momentos más icónicos que precedieron a la caída del Muro.

También hay quien ha analizado el gesto como una cortina de humo para que el beso sea lo más comentado de la jornada y así se evite hablar de los propios discursos.

En cuanto a la investidura, Pedro Sánchez no ha logrado la mayoría hasta haste este momento. (La Voz de Galicia -con galería de 74 fotografías / El País)