martes, 8 de marzo de 2016

marzo 08, 2016
José Luis Sierra

¿Qué instrucciones girará el gobernador Zapata Bello ante el conflicto de intereses que se presenta?

Y todo arranca con el inefable y tristemente célebre Nerio Torres, quien desempeña un alto cargo en la SSP, dedicado precisamente a organizar y coordinar la red de "halcones", personajes sembrados en todos los ámbitos de la sociedad y del territorio para servir de informantes lo mismo a los malosos que a los cuerpos policiacos.

La burra no era arisca, los mandarriazos la hicieron, por eso no dudamos en señalar que los NERIOhalcones tendrán la función de detectar a cualquier posible asociado de UBER que pretenda brindar un servicio, información que le será turnada a los chekas del FUTV para que brinden una ejemplar lección al imberbe que osó irrumpir en territorio exclusivo.

Obviamente, las enemil cámaras instaladas en otros tantos puntos estratégicos de la ciudad "estarán fuera de servicio" y los agentes y oficiales de la SSP se abstendrán de intervenir "para no propiciar problemas mayores", tal y como sucedió el 4 de julio del 2011.

El problema que enfrentan el gobierno del estado y su titular, el abogado Zapata Bello, es que la sociedad no aceptará pasivamente una actuación omisa en un asunto tan delicado. Y si el aparato de seguridad pública se amafia con el FUTV para impedir la operación de UBER, el desprestigio marcará de tal manera al gobierno de Zapata Bello que la etapa final de su sexenio entrará en un proceso de deterioro político severo, tal y como le ocurrió a Ibóm Ortega después de la represión del 4 de julio.

La diferencia, ahora, es que ya no se cuenta con la alcaldía de Mérida para perder y el descontento ciudadano podría convertirse en plataforma opositora en el cambio estatal del 2018.

Si consideran estas advertencias producto de una imaginación febril, que sigan adelante con su soberbia, ya veremos si resisten la prueba de los hechos. ¿No les bastó la doble derrota sufrida por el otro Nerio?