sábado, 5 de marzo de 2016

marzo 05, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Alguien me señaló hace algunas décadas: “en EEUU los empresarios se convierten en políticos y en México los políticos se hacen empresarios”. Aunque no era exacta, la idea era para pensar. No sé en el caso del negro Obama, pero casi estoy seguro que nueve de cada 10 presidentes y candidatos en los EEUU fueron poderosos empresarios o multimillonarios. En el caso de México todos los políticos, aunque no se conviertan en directamente en empresarios a partir de los enormes negocios que hacen –sobre todo cuando les dan un porcentaje en tierras, fábricas y bancos- salen con muchos millones acumulados. ¿Recuerdan que el presidente de la Madrid habló de una ley para evitar enormes regalos empresariales a políticos?

2. En EEUU los tres o cuatro candidatos del partido republicano, además de odiar a los trabajadores que no son blancos y plantear que serán pisoteados, todos ellos son empresarios multimillonarios. En el caso de los del partido demócrata es igual: La Clinton es multimillonaria, así como todos los empresarios que la apoyan. Todos son candidatos de empresarios y lo único que persiguen –así como todos sus antecesores- es que los empresarios que apoyan logren hacer durante sus gobiernos los más grandes negocios. En México ningún presidente era antes multimillonario, aunque sí habían acumulado muchos millones por los cargos que tuvieron antes de su candidatura presidencial. En México ya desde el primer cargo de simple diputados debes tener tus ahorros para ayudar al partido que postula.

3. En México el PAN ha sido el partido –durante muchas décadas- que ha coincidido con el partido republicano, y el PRI con el partido demócrata. Los cuatro han sido partidos de derecha sin ningún interés por los trabajadores, pero dado que en México hay muy pocos negocios transnacionales, los grandes empresarios no le entran directamente a la política; prefieren soltarles a sus preferidos grandes apoyos monetarios debajo de la mesa. No me imagino debatiendo en el PAN a Azcárraga, dueño de Televisa; a Salinas Pliego, dueño de TV Azteca y a Olegario Vázquez Raña dueño de Cadena tres para ser candidato del PAN y para ser candidato del PRI a Carlos Slim, Carlos Salinas y a Alberto Bailleres. En lugar de estar haciendo campaña contra los migrantes mexicanos estarían compitiendo a ver quién se pone como alfombra para que caminen los yanquis.

4. Toda la jauría en México se ha desatado contra Donald Trump porque ha declarado que va a ordenar la construcción de un muro que pagarán los mexicanos y porque ha dicho que va a expulsar a los trabajadores mexicanos, etcétera. Se olvidan que todos los candidatos son derechistas y fascistas y que no hay de donde escoger. Pero lo peor es que se olvidan que no son los presidentes de EEUU los que mandan y determinan, sino los poderosímos empresarios de la Reserva Federal de los EEUU que son los Rothschild, Rockefeller, Morgan, Lazard, Kuhn, Goldman Sachs, que duplican por 10 los capitales de los de las listas de Forbes. Ellos son los que deciden las guerras, las invasiones, la fabricación de armas y todo. El pobre de Trump sería un juguete como lo fueron Reagan, Bush u Obama. No sería sólo apretar el botón nuclear.

5. Si Trump sabe que sus discursos majaderos está ganando pues simplemente no parará porque con ello manipula a los votantes de EEUU y a la opinión mundial; los empresarios yanquis, por el contrario están felices porque el representante político de sus negocios puede ganar. Lo mismo sucede con la Clinton. Lo peor es que el pueblo de los EEUU –por ese modo de vida consumista impuesto- no se dé la menor cuenta de lo que pasa. Ahora, los pinches políticos mexicanos –como el secretario de Hacienda- hacen su berrinche diciendo que no gastarán en la construcción del muro y me carcajeo. Si ganara Trump y realmente quisiera levantar el muro, el gobierno de México –como todos- iría a abrazar al presidente yanqui por tan “maravillosa idea”. Se pueden olvidar que en México los presidentes siempre han sido los lamebotas de EEUU?

6. Pero estos del muro es una vacilada porque los yanquis saben, como dijera Fox, que “los mexicanos hacen el trabajo que ni los negros quieren hacer” y que sin la feroz explotación a los mexicanos, que se les paga la décima parte de un trabajador de ese país, miles de negocios cerrarían en los EEUU. Además el gobierno de México sabe que si se cerrara esa frontera dejaría de ser la válvula de escape para remediar el gigantesco desempleo en México. México debe dejar de pensar en quién le conviene que ganara; sino pensar en quién conviene al mundo y cómo se podría llegar a grandes rebeliones en EEUU y en todos los países. Muchas veces esos gobernantes como Obama sólo sirven para prestigiar y recuperar la confianza hacia los EEUU, olvidando que los gobiernos de ese país son los más grandes enemigos de la humanidad.

7. Nadie debe confundirse con los gritos de los candidatos que sirven para esconder a los que mandan en la realidad. Con suerte esos gritos de Trump son para confundir y abrirle el paso a la “menos mala”, la Clinton que “siendo mujer” también ha demostrado ser una facha al servicio de empresarios de la guerra. En EEUU sólo hay que pensar en cuáles son las condiciones para que surjan rebeliones de los negros, los chicanos, los puertorriqueños y todas las minorías despreciadas, perseguidas, encarceladas y en camino para ser asesinadas. El candidato Sanders, aunque posea buen discurso y su ideología se parezca al socialismo, en el país yanqui jamás pudo desarrollarse ningún partido de izquierda socialista o comunista. Solamente me recuerda a los Panteras Negras y a Malcom X, muy cercanos al anarquismo. (4/III/16)