miércoles, 23 de marzo de 2016

marzo 23, 2016
BRUSELAS, Bélgica, 23 de marzo.- Detenido el hombre más buscado de Bélgica: Najim Laachraoui. Tras casi 24 horas de búsqueda del tercer sospechoso de los atentados en el aeropuerto de Bruselas, que ayer provocaron 14 muertos y más de 90 heridos, la Policía ha encontrado al terrorista en el distrito de Anderlecht, en Bruselas.

Laachraoui es uno de los tres hombres que abrieron fuego antes de activar, dos de ellos, los explosivos que portaban. Según la agencia 'Reuters', se le vio salir corriendo del edificio tras la explosión. Esta mañana, la Policía le había identificado. Las fuerzas de seguridad encontraron restos de su ADN en el apartamento de Forest donde se produjo un tiroteo el martes de la semana pasada con dos individuos no identificados que se dieron a la fuga. Laachraoui también estuvo en un domicilio posteriormente intervenido en Schaerbeek y que utilizó la célula terrorista de París. Es belga y a lo largo de 2013 viajó a Siria. Hasta el lunes se escondía tras una identidad falsa, Soufiane Kayal, la que empleó en septiembre durante un viaje entre Hungría y Austria con Abdeslam.
 Najim Laachraoui, "el tercer hombre". Su ADN fue encontrado en los explosivos de los atentados de París, informa El Mundo.

Además del sospechoso que escapó de Zaventem, las autoridades han identificado esta mañana a los hermanos El Bakraoui, que estaban fichados por la Policía, aunque no por terrorismo.  Uno de los hermanos, Jalid, se habría inmolado en el metro. Además, había alquilado con una identidad falsa una habitación en la calle Dries de Forest, escenario de un tiroteo con la Policía el 15 de marzo. El otro, Brahim, se explotó en el aeropuerto de Bruselas, por lo que es una de las personas que aparecen en el vídeo grabado en la terminal.

"Estoy vivo por unos minutos"

Carlos ha tenido suerte. Es un cámara que trabaja frente a la Comisión Europea. Cuando a primera hora de la mañana se dirigía en metro a la productora, desde su casa hasta el corazón del 'barrio europeo' de Bruselas, le llamaron por las explosiones en el aeropuerto de Zaventem. Poco después, llegó el atentado, cuando él acababa de salir a la calle. “No me ha tocado la explosión por una parada. He llegado a Schuman -la estación siguiente a la de Malbeek, donde se produjo el ataque terrorista- en el vagón anterior al que fue atacado”. 

Estoy vivo de milagro, por unos minutos", cuenta Carlos. Durante el corto trayecto entre la estación Schuman y las oficinas de la productora en la que trabaja, explotó la bomba en el metro que mató a al menos 20 personas e hirió a 130. Ni siquiera sintió la explosión en el subsuelo. Cuando caminaba frente a las banderas europeas de la sede de la Comisión, Carlos llamó a un compañero, el técnico de la productora. No obtuvo respuesta.

Su amigo también tuvo suerte: viajaba en el vagón anterior al que atacaron los terroristas. Tuvo que abandonar el metro y andar por Rue de la Loi, la arteria que comunica con el centro de Bruselas. Mientras caminaba, en la otra acera, empezaban a aparecer cadáveres que eran tapados con mantas. No quiso desviarse de su rumbo. (Leer más en El Confidencial)