jueves, 10 de marzo de 2016

marzo 10, 2016
pentagrama

En la ciudad de Mérida está ahora la Feria de Oaxaca en el Parque de La Paz, en la Avenida Itzaes, frente a la Facultad de Odontología, contraesquina del Parque Zoológico del Centenario. La Feria permanece hasta el martes 15 en nuestra ciudad.

Hay numerosos puestos de ropa típica muy vistosa, helados, dulces, incluso comida regional, todo muy rico y apetitoso.

Asimismo, se presenta una muestra de música oaxaqueña, una partecita de la Guelaguetza y se puede bailar desde la tarde.

Ahora bien, en uno de los puestos, una servidora compró una botella de mezcal para llevar anoche a una tertulia. Con toda pena, mi contribución a la fiesta de traje fue rechazada por mis amigos. Una vergüenza. ¿Por qué?, se preguntará usted.

Uno de los del grupo, conocedor en la materia, fue señalando:

1) Si el mezcal se llama "Recuerdo de Oaxaca" del expendio de mezcal "El Manantial", ¿por qué está envasado "de origen" en una botella de tequila de Arandas, Jalisco?


2) Además, despegando de la botella la etiqueta de la tapa, ésta es tan fácil de quitar como las de vinagre. Y lo más sospechoso, ¿por qué la etiqueta es tan  fácil de quitar? (En la foto, la etiqueta ya retirada pegada en un papel).



3) En la siguiente foto, la botella con la calcomanía como la compré originalmente.


4) Folleto explicativo que me entregaron al comprar el "mezcal":


5) Gusanito sí tenía:


Así, yo quedé mal, pero la tertulia fue muy amena y musicada.

Como no tengo tiempo, no iré a la Profeco ni a pelearme con el vendedor, pero no volveré a comprar licores en lugares dudosos.

Recomiendo también la lectura de lo siguiente, como ejemplo: