martes, 8 de marzo de 2016

marzo 08, 2016
Paolo Di Stefano / Corriere della Sera

Lágrimas fotografiadas en el microscopio por Maurice Mikkers.

MILÁN, Italia, 8 de marzo.- "Hay una lágrima oculta que nadie me sabe dibujar." Ya lo había intuido Fabrizio De André, que las lágrimas no son reproducibles. Obviamente los científicos lo saben desde hace tiempo: las lágrimas, aumentadas bajo la lente de un microscopio, no tienen nunca forma idéntica. Y no sólo debido a las diferentes composiciones químicas: más ricas en lisozima o más densas en prolactina. Pero por mil razones que escapan a la mayoría y que no dependen de la causa desencadenante ni de la identidad de quienes las produce.

En las lágrimas hay un mundo

Me pregunto si alguien ha investigado la calidad química de las lágrimas de cocodrilo y las producidas por la leche derramada. El hecho es que el fotógrafo holandés Maurice Mikkers quedó aturdido en enero de 2015, cuando, después de tropezarse contra la mesa de la cocina, vio estrellas e inmediatamente decidió recoger una lágrima (de dolor) con una pipeta de laboratorio para colocarla en el portaobjetos de un microscopio. ¿Qué encontró? Descubrió un mundo. El fantástico mundo de la morfología de las lágrimas. No sólo eso, cuando examinó otra de sus lágrimas, se encontró con que el microscopio le mostraba una forma completamente diferente de la primera. Y desde entonces no ha dejado de llorar (y de hacer llorar) para el lanzamiento de un proyecto artístico: Imaginarium of Tears que reúne una multitud de gotas lacrimales obtenidas invitando a su estudio a decenas de personas que se sometieron a su experimento artístico-científico: con una petición de llorar llevando consigo un objeto capaz de favorecer el llanto, el libro o la película más emocionante. En casos de extrema imperturbabilidad, Mikkers sacaba una cebolla o encendía el ventilador, y se espera que nunca haya recurrido a objetos contundentes. Lágrimas de dolor, emoción, por  ácido sulfenico, resfriado o alergia, con tal de que fueran lágrimas.

Cada lágrima es un paisaje único

Cada lágrima (líquida, evaporada, basal, emotiva o refleja) es un paisaje único, irrepetible y siempre hermoso. Digno de convertirse en una obra abstracta del arte expresionista o abstracto-informal, el arte contemporáneo menos conceptual y más material: copos de nieve elegantemente distribuidos en una esfera irregular, inflorescencias, hojas de hiedra volando en el vacío, bosques de pinos cubiertos de nieve, planetas, nebulosas, estrellas de mar...

Obras maestra microscópicas

Una pinacoteca: lágrimas como obras maestras microscópicas de Pollock, Capogrossi, Tancredi, de Kooning (en blanco y negro) ... Ahora, según revela la revista en línea Quartz, Mikkers, después de experimentar su talento fotográfico en performances lacrimales, ha decidido aprovechar su pasado como técnico de laboratorio y parece interesado en estudiar las razones de estas diferencias visuales. La primera pregunta es: ¿el ojo derecho, en la misma ocasión, produce las mismas lágrimas que el ojo izquierdo? Y luego ¿se pueden distinguir la tristeza, el luto, el dolor y la risa? La física y la metafísica de la lágrima.