miércoles, 9 de marzo de 2016

marzo 09, 2016
WASHINGTON D.C., 9 de marzo.- El reparto 'estatal' fue igualado en las dos primarias que celebraron los demócratas para elegir a su candidato a la Casa Blanca este martes. En el sur, Hillary Clinton ganó con holgura en Mississippi, pero Michigan se le resistió en el Medio Oeste ante el empuje de Bernie Sanders.

Tras un recuento muy reñido, la victoria contra todo pronóstico fue para el senador por Vermont; un resultado inesperado en el equipo de Clinton porque las encuestas daban una amplia ventaja a la ex secretaria de Estado en ambos feudos.

El senador por Vermont sumaba el 50,1% de los apoyos y su rival, el 48% -con el 90% de los votos escrutados. Estos dos puntos de ventaja en el estado 'estrella' de la jornada suponen un tropiezo por sorpresa para Clinton -que sigue en cabeza en número de delegados comprometidos- y un impulso para la campaña de Sanders. Este es su noveno triunfo en la carrera a la nominación.


Con 130 delegados en juego, que se reparten proporcionalmente, el senador sumará unos cuantos más que ayudaran a recortar ligeramente la distancia. Hasta este martes, Clinton aventajaba a Sanders en casi 200 votos comprometidos y en 436 'superdelegados'.

En el debate celebrado entre ambos el pasado domingo, los contendientes demostraron que las 'espadas' estaban en alto y la batalla reñida -como pocos anticipaban hace nueve meses y medio cuando el senador 'socialista' anunció su candidatura a la Casa Blanca. Sanders parece haber movido el voto en los últimos días. Quizá, por su intervención en el cara a cara en Flint, la ciudad de Michigan que ha vivido una crisis por el agua contaminada.

Durante su mitin en Miami (Florida) cuando los centros de votación habían cerrado, Sanders hizo hincapié en temas como la "descriminalización de la marihuana" y una "reforma migratoria completa" que abra el camino a la ciudadanía de los indocumentados. Un tema crucial en este estado que celebrará primarias el próximo 15 de marzo.

Con los primeros resultados provisionales de Michigan, Sanders dirigió ataques más certeros contra Donald Trump como favorito a la nominación. Ante las críticas a su persona -por su pelo o su atuendo- y su campaña -que no puede vencer en las elecciones al empresario-, el senador recordó los datos de las encuestas e hizo un repaso de las razones de porqué sí podría ganar. Los estadounidenses, dijo, "no quieren un presidente que insulte a los mexicanos y latinoamericanos, a los musulmanes, a las mujeres y a los afroamericanos".

Sanders rememoró el episodio de Trump exigiendo a Barack Obama que presentase su partida de nacimiento. "El padre de Obama nació en Kenia, mi padre en Polonia, pero nadie me ha pedido mi certificado. Quizá tenga algo que ver con mi color de piel", añadió.

El senador Sanders siguió con la batería de críticas hacia el multimillonario hasta concluir que "venceremos a Trump". Para resaltar este mensaje contrapuso la unidad que ellos representan frente a la división que fomenta el empresario. Una idea en el que insiste Clinton desde hace subrayando que no hay que hacer "América grande otra vez" como reza la campaña de Trump sino hacer una América unida.

El reñido resultado en Michigan hizo que la ex primera dama retrasase su discurso en Cleveland, donde hizo campaña este martes. Cuando salió al escenario, Trump acaparaba la atención de los medios -que se dirigía a sus seguidores desde Florida-.

Clinton dio las gracias por la contundente victoria en Mississippi donde estaban en juego 41 delegados vía Twitter. Según los resultados definitivos, logró el apoyo del 83% de los votantes y su rival el 16,2%. De nuevo, la comunidad afroamericana se volcó con Clinton en el sur de Estados Unidos, según manifestaban los sondeos a pie de urna. Esta victoria contrarresta la pérdida de delegado comprometidos en Michigan (con la que no contaba).

Ante sus seguidores, hizo hincapié en la importancia de actuar unidos. "No hay nada que no podamos hacer juntos", subrayó. Y volvió a pedir más amor y bondad en lugar de intolerancia -en referencia a Trump- porque así "veremos lo mejor de cada uno de nosotros y no lo peor". La campaña presidencial, dijo, "no debería ser sobre insultar sino sobre procurar resultados". Y a esa tarea se comprometió Clinton. (EFE)