sábado, 13 de febrero de 2016

febrero 13, 2016
Bajo Reserva Exprés y Bajo Reserva / Periodistas El Universal


Es la primera vez que un Papa entra a Palacio Nacional.

Francisco fue recibido en el Patio de Honor por el presidente Enrique Peña Nieto. Mientras, en el Patio Central de Palacio esperaba la clase política y los hombres del dinero. Ahí estaba la izquierda de Agustin Basave y la derecha de Ricardo Anaya, un poco más allá al priismo de Manlio Fabio Beltrones.

El entusiasmo de la clase política por la presencia del Papa en Palacio Nacional era evidente, un presidente del Congreso Jesús Zambrano y todo un gabinete presidencial en primera fila.

Pero el entusiasmo de la clase política apenas arrancó una leve sonrisa del Papa. Luego vino el discurso del Pontífice, que provocó rostros serios y la atención total del Presidente de la República.

Hubo gritos, insistentes desde las gradas pidiendo la bendición papal, pero no la hubo. Las únicas sonrisas del Papa fueron para dos niños que le acercaron para saludarlo.

Fue la primera vez de un Pontífice en el corazón del poder político mexicano…

Desfile de políticos con el Papa


La tarde del viernes, el Hangar Presidencial de la Ciudad de México fue el escenario para un desfile de personajes políticos, quienes se acomodaron en las cinco mil gradas preparadas por el gobierno de la República para recibir al papa Francisco. En ese desfile se vio igual a Porfirio Muñoz Ledo que a Joel Ayala. Pero algo llamó la atención: el grupo compacto de Los Pinos llegó a las instalaciones militares 90 minutos antes que el avión que trasladó al Pontífice. Ahí se vio al jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán; al vocero presidencial Eduardo Sánchez; al consejero jurídico del Ejecutivo, Humberto Castillejos, y a Andrés Massieu, coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia. Arribaron y vieron que todo estuviera bien.

Plan frustrado de Chacho
Trae mucho apoyo de los hombres de negocios del país, pero no obtuvo el pase fast track para estar cerca del papa Francisco en la próxima visita a Ciudad Juárez. El empresario José Luis, Chacho, Barraza, que pelea por ser candidato independiente al gobierno de Chihuahua, pretendía estar cerca del Pontífice, nomás como para arrancar su carrera política. Nos dicen que el plan no funcionó y en adelante buscará acercamiento con el jerarca católico en otro lugar, porque en Ciudad Juárez corre el riesgo de convertirse en blanco de muchísimas críticas. ¿A poco creía que Bergoglio iba a darle la bendición para competir contra los partidos políticos y sus candidatos?

¿Todo listo en Ecatepec?

En el municipio de Ecatepec, en la Diócesis anfitriona de la visita del papa Francisco al Estado de México, hay preocupación por un posible boicot de personas que están en “desacuerdo” con el magno evento. Nos cuentan que el domingo pasado fueron citados los voluntarios en la Unidad de Estudios Superiores Ecatepec para realizar un simulacro y recibir uniformes y acreditaciones. De última hora, les avisaron que había un grupo de manifestantes y que la entrega de uniformes sería en diferentes parroquias. Los que se oponen a la visita del Papa a ese municipio argumentan que el dinero que se va a gastar hubiera sido destinado a la gente necesitada. ¿De qué partido serán los que se disfrazan de inconformes?, se preguntan en el municipio.

Sepultureros de Graco

Los políticos no descansan ni en la visita papal y, por el contrario, arrecian sus pugnas. Desde hace unos días, voces perredistas están haciendo de sepultureros de las aspiraciones presidenciales del gobernador de Morelos, Graco Ramírez. Nos cuentan que al interior del PRD había un ala que consideraba que don Graco tenía la esperanza de ser el abanderado presidencial del sol azteca en 2018, pero la posibilidad se le escapó con el manejo político que dio al asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota. Luego vino una pugna entre los amarillos morelenses. Hoy algunos liderazgos ven que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, puede competirle la posición al jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera.