lunes, 1 de febrero de 2016

febrero 01, 2016
Pedro Echeverría V.

1. En la ciudad de México podrá faltar agua para cocinas y baños, pero a las empresas cerveceras, refresqueras, de lavado y comercializadoras no puede faltarles porque pagan bien por ella. Por ello difunden las compañías que consumen agua en grandes volúmenes que “el pueblo es muy derrochador del vital líquido porque dejan que se escape por el mal estado de sus llaves o porque se bañan muy seguido”. Por ello proponen los grandes empresarios que “el agua debe privatizarse”, que basta ya de regalarla o cobrar muy bajos precios por ella”. ¿Se busca acaso medir las reacciones de la gente de las delegaciones ante el corte de suministro de los ríos Lerma y Cutzamala que aportan el 9% y 20% del total utilizado?

2. Recuerdo que frente al mapamundi me enseñaron de niño que en el mundo había tres cuartos de agua contra un cuarto de tierra; pero que el 97.5 del agua era salada y sólo un 2.5 del agua terrestre era dulce y que costaba mucho hacerla potable o propia para tomar. Luego me enseñaron que en el sur de México había más agua por habitante que en el centro y el norte en una proporción de 24 mil metros cúbicos al año a 2,500 m3 en el mismo periodo. ¿Será que próximamente tengamos que construir grandes depósitos para agua de lluvia? Cuando al presidente Fox  le pedían responsabilidad respondía: ¿Por qué Yo? Sin embargo los gobiernos sirven para ordenar estudios, prever los problemas y solucionarlos.

3. El pueblo deja de reclamar sus derechos cuando le dicen que “ya somos muchos habitantes, que el gobierno no tiene capacidad para atender a todos y que cada quien debe resolver como pueda sus problemas de salud, educación, vivienda, agua. Se han hecho muchos estudios demostrando que la producción mundial alcanza –bien administrada y distribuida- trabajando todos sólo tres horas al día. Es tonto y engañoso creer que el gobierno no puede cuando la realidad es que no quiere resolver los problemas de la población. ¿Puede alguien no tener memoria y olvidar que desde 1982 se puso a caminar un proceso de privatización imparable en Pemex, la electricidad, los transportes, la salud, la educación, las tierras y las aguas? ¡Aguas con la privatización total! (1/II/16)