EL CAIRO, Egipto, 4 de febrero.- Encuentran el cadáver del estudiante italiano Giulio Regeni, desaparecido en El Cairo hace diez días. Su cuerpo muestra signos de tortura y ha sido hallado en una fosa en las afueras de la capital egipcia.
La diplomacia italiana ha dicho que espera una “colaboración total” por parte de las autoridades egipcias para arrojar luz sobre lo ocurrido. El ministro de Exteriores italiano ha convocado de manera “urgente” al embajador egipcio en Roma para expresar su preocupación por la trágica muerte del joven italiano y para pedir que se abra una investigación conjunta.
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| Giulio Regeni. |
Giulio Regeni tenía 28 años. Brillante alumno de la universidad británica de Cambridge, vivía en El Cairo desde el pasado septiembre, donde preparaba su tesis doctoral sobre la economía egipcia en la American University. El pasado 25 de enero desapareció misteriosamente en el centro de la capital egipcia, en el barrio de Dokki, cuando se dirigía a casa de unos amigos para celebrar un cumpleaños.
Su cadáver fue encontrado ayer, once días después, "con claros signos de golpes y torturas."
Así se desprende de la investigación del fiscal de Giza que ha ordenado una autopsia. Informes de las fuerzas de seguridad de Egipto dicen que tenía señales de heridas de arma blanca en la espalda, una oreja cortada, cortes en la nariz, quemaduras de cigarrillos en los brazos, hematomas por puñetazos en la cara. "Fue una muerte lenta."
El cuerpo fue encontrado desnudo de cintura para abajo, tirado por el lado de la carretera de El Cairo a Alejandría. (Ana Buil / euronews.com / Repubblica)
Así se desprende de la investigación del fiscal de Giza que ha ordenado una autopsia. Informes de las fuerzas de seguridad de Egipto dicen que tenía señales de heridas de arma blanca en la espalda, una oreja cortada, cortes en la nariz, quemaduras de cigarrillos en los brazos, hematomas por puñetazos en la cara. "Fue una muerte lenta."
El cuerpo fue encontrado desnudo de cintura para abajo, tirado por el lado de la carretera de El Cairo a Alejandría. (Ana Buil / euronews.com / Repubblica)
