martes, 19 de enero de 2016

enero 19, 2016
MÉRIDA, Yucatán, 19 de enero de 2016.- A más de dos meses de que directivos y profesores de la primaria Álvaro Obregón, de la comisaría meridana de Xcanatún, orquestaran una protesta mediática con el fin de presionar a una madre de familia para que retirara a su hijo del plantel, ni la Secretaría de Educación (SEGEY) ni la Comisión de Derechos Humanos del Estado (Codhey) han tomado medidas para garantizar la integridad física y emocional del menor.

Víctor Caballero Durán, titular de la Segey, con el fiscal Ariel Aldecua Kuk. (foto: JMRM)

Entrevistada en días pasados por Libertad de Expresión Yucatán, Myrna Cortés, tía del menor y abogada de la familia, señaló que Víctor Caballero Durán, Secretario de Educación del Gobierno del Estado, jamás se comunicó con ellos por ningún medio ni les recibió en sus oficinas y que la SEGEY protege a los responsables por esta situación con la esperanza de que la familia se canse y saque al menor del plantel, a pesar de las dificultades económicas que esto traería consigo.

El funcionario declaró para el portal Izama Noticias que ya habían conversado con "ellos" (los padres del menor), que cursa el tercer año de primaria, a pesar de que Mateo únicamente tiene a su madre.

"Se ve que no sabe, que está mintiendo", dijo la entrevistada.

Cortés indicó que trataron con Raúl Zapata Sosa, Asistente y Enlace en la Dirección de Educación Primaria de la SEGEY, quien inicialmente fue amable y luego sarcástico, burlón y descortés.

Zapata dijo, según comentó la entrevistada, que lo ideal sería que se fuera el niño ya que ningún maestro será trasladado.

La entrevistada señaló que interpusieron una queja adicional ante la Codhey, debido a que los malos tratos contra el menor y su madre persisten hasta la fecha.

En la Codhey, señaló, les han dado largas para obtener copias de las quejas interpuestas.

La documentación incluye el informe que rindió la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER) tras casi dos años de iniciados los procedimientos. Éste, remarcó, incluye cosas dichas en pláticas informales y mentiras, omitiendo el maltrato que ha sufrido el alumno por parte del personal del plantel y la destrucción de su diagnóstico, mismo que ha sido ignorado, aparte de que su contenido fue indebidamente difundido entre los vecinos y padres de familia de la comisaría.

El menor padece Trastorno de Déficit de Atención (TAC), sin embargo las autoridades escolares se han negado a adaptarse a esta situación. Silvia, encargada de USAER, dijo que no harían ninguna adecuación, a pesar de contar con un diagnóstico.

El pasado 17 de noviembre, madres de familia protestaron a las puertas de la escuela exigiendo que el menor fuera expulsado de la misma. Las inconformes fueron azuzadas, según comentó la entrevistada, por los directivos actuales, quienes buscan cansar a la familia para que se vea obligada a transferir al niño a otra escuela.

Ante esta situación, la familia del menor solicitó medidas cautelares urgentes a la Codhey, misma que se limitó a enviar a un auxiliar en contadas ocasiones, logrando que el menor pudiera ingresar de nuevo al plantel.

Sin embargo la directora, Noemí Romero "Lumi", ha reincidido y sigue negando el acceso al pequeño. 

Cortés señaló que "Lumi" se molestó cuando la Codhey empezó a hacer su trabajo, por lo cual fue a armarles un escándalo, diciendo que denunciaría al auxiliar y que ya estaba harta.

La entrevistada lamentó que Eduardo Osorno, Jefe del Departamento de Derechos Humanos y Prevención de la Segey, llamara a la Codhey para inconformarse por las medidas en pro del menor.

Al menor se le preparó para que no acepte ser sometido a castigos humillantes tales como cargar garrafones o pararse al sol y pida hablar con su madre cuando intenten reprenderlo de esa manera.

El primer día de clases en enero, el niño logró entrar al aula acompañado por el auxiliar de la Codhey pero, apenas éste se fue, comenzaron de nuevo los problemas, ya que la maestra Rosa Ángela Uc Puc lo humilló, obligándole a pedir perdón a sus compañeros "por todo el daño que les había causado".

Al indagar respecto a la situación, señaló la entrevistada, el personal de la escuela se lavó las manos, asegurando que fue solamente "una dinámica".

El menor, indicó, mantiene una buena relación con sus compañeros, pero sigue enfrentando el rechazo de sus maestros.

Una mañana dos de éstos, Merari Verde y el profesor de educación física, le dijeron que no alcanzó a llegar y no podía pasar, lo cual era mentira. La mamá tuvo que llamar a la Codhey y a la inspectora para solucionar la situación. (JMRM)