jueves, 14 de enero de 2016

enero 14, 2016
HONG KONG, 14 de enero.- Este jueves, el centro de Yakarta se ha visto sacudido por una cadena de explosiones seguida de intensos tiroteos por las calles aledañas que han dejado al menos siete muertos, incluyendo a cinco de los atacantes según los últimos informes. Tras varias horas de caos y enfrentamientos, la policía ha declarado que la situación está bajo control y que han arrestado a otros cuatro sospechosos de haber tomado parte en el asalto.

El ataque ha sido perpretado por seguidores del Estado Islámico (IS, por sus siglas inglesas), que tenían como objetivo a extranjeros y oficiales de polícia. Según confirmó la agencia de noticias Amaq afín al grupo terrorista en su canal de Telegram, "combatientes del IS llevaron a cabo esta mañana un ataque contra los ciudadanos extranjeros y las fuerzas de seguridad encargados de protegerles en la capital de Indonesia", una nota con la que se confirmaban las sospechas que desde primera hora habían surgido sobre la autoría del atentado.
Fotos publicadas por la agencia Xinhua muestran a un hombre con una pistola entre la gente de la calle Thamrin, cerca del centro comercial Sarinah, donde la primera explosión tuvo lugar: el hombre parece apuntar el arma a los transeúntes. La multitud se ve asustado y entonces comienza a correr. (Enlace a galería con 89 fotos en el Corriere della Sera)

Los datos sobre las víctimas todavía son confusos. Según la agencia Efe, el Ministerio de Exteriores de los Países Bajos informó en un comunicado que un ciudadano holandés que trabaja para las Naciones Unidas se encuentra entre los heridos graves. Además, la agencia recoge que dos de los fallecidos son civiles (uno de ellos extranjero), mientras que otras diez personas han resultado heridas, incluyendo a cinco policías.

"La situación está bajo control. Esperamos que la gente mantenga la calma y esté alerta ante posibles amenazas. Hechos parecidos han sucedido antes en París, Bombay o Nueva York, también pueden pasar aquí", declaró el ministro de Seguridad, Luhut Pandjaitan. "Cinco terroristas están muertos y no sabemos si aún hay más. Estamos investigando" añadió, al tiempo que señalaba que uno de los atacantes abatidos era extranjero.

Pasadas las 10:30 de la mañana (hora local), los medios locales informaban de la explosión de varios artefactos en una zona céntrica de la capital de Indonesia muy próxima al palacio presidencial y a las oficinas de las Naciones Unidas que también es sede de varias embajadas y de las oficinas de grandes empresas.

Aunque todavía no se han aclarado todos los detalles, parece que uno de los objetivos de los atacantes era un puesto de la policía de tráfico que se encuentra en la intersección de dos vías. En las imágenes publicadas se apreciaban al menos dos cuerpos inermes en el suelo justo al lado de la caseta policial destrozada.

Otro de los blancos del ataque fue una cafetería Starbucks que se halla enfrente del centro comercial Sarinah. "Las ventanas de la cafetería están reventadas. Veo a tres personas muertas en la carretera. Ha habido una pausa en el tiroteo, pero hay alguien en el tejado del edificio y la policía está apuntando sus armas hacia él", declaró un fotógrafo que se encontraba allí a Reuters.

Los atacantes, cuyo número exacto todavía se desconoce, hicieron estallar los explosivos y luego dispararon a los viandantes. Después, varios de ellos se parapetaron en el centro comercial, lugar donde continuaron los enfrentamientos con la policía durante varias horas.

Aunque varios testigos declararon en un principio haber escuchado media docena de explosiones, la policía aclaró que solamente se habían producido dos, y el que resto eran consecuencia del intercambio de disparos entre los agentes y los terroristas. También se desconoce si los atacantes fallecidos perecieron a causa de los disparos o hicieron estallar alguna carga explosiva.

Por su parte, el portavoz de la policía nacional Anton Charliyan informó de que a finales de noviembre, la policía ya recibió el aviso de que se iba a producir un ataque. Al parecer, en un mensaje críptico, el IS decía que en Indonesia "habrá un concierto que traerá titulares en todo el mundo". En las últimas semanas, la policía antiterrorista había lanzado una ofensiva contra aquellas personas con presuntos vínculos con el Estado Islámico.

Golpe premeditado y esperado

Precisamente, el jefe de la policía de Yakarta, Tito Karnavian, ha señalado que "definitivamente el Estado Islámico está detrás de este ataque". Según ha declarado, se cree que el combatiente indonesio del IS que está en Siria, Bahrun Naim, lleva "planeando esto desde hace un tiempo" y es él quien "está detrás del ataque", según declaró a Reuters.

Indonesia es el país con la mayoría musulmana más poblado del mundo, pero tiene un Gobierno secular y cuenta con influyentes minorías cristianas, hindúes y budistas. A pesar de su lejanía con Oriente Medio, el país ha experimentado varios ataques terroristas por parte de militantes islámicos que han matado a cientos de personas, incluyendo los atentados en la isla turística de Bali de 2002 y 2005 y en hoteles de Yakarta en 2003 y 2009. La última vez, dos bombas en dos complejos hoteleros mataron a siete personas.

El año pasado, se informó de que al menos 50 indonesios se habían unido a los miles de combatientes extranjeros que han viajado a Siria para integrarse en las filas de los grupos extremistas que tratan de crear un estado islámico.

El presidente de la nación, Joko Widodo, ha dicho al respecto que "no tenemos que estar asustados. No seremos derrotados por actos terroristas como este". En respuesta a sus palabras, los internautas indonesios han creado en Twitter el hagstag "no tenemos miedo".