domingo, 3 de enero de 2016

enero 03, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Cuánta tristeza y encabronamiento (cabreo) me produce ver a miles y miles de trabajadores de Guatemala, El Salvador, Honduras, etcétera, luchando –casi sin comer- por llegar a los EEUU para ganarse un poco de dinero para su familia. Si para los mexicanos no es nada fácil cruzar una frontera, para los centroamericanos cruzar de sur a norte la República mexicana es jugarse la vida; más aún cuando la policía y el ejército mexicanos se comportan como auténticos perros hambrientos siempre puestos a recibir los dólares yanquis. ¿Cuántos millones de millones de pesos recibirá el gobierno mexicano del imperio yanqui en armas, aviones, helicópteros y entrenamiento por servir de muralla contra los trabajadores?

2. En alguna ocasión, cuando visitamos en la caravana de Sicilia el albergue que dirige el padre Solalinde, vimos pasar en el patio del albergue al tren “La Bestia”. Iba hasta la madre cargado de braceros centroamericanos que iniciaban la aventura en México. El cura Solalinde, además de brindarnos café y frijoles para pasar la noche, en ese momento daba albergue a unos 40 trabajadores que bajaron del tren días antes. ¿Qué hace el pinche gobierno para ayudar a los migrantes e imitar a cientos de mujeres pobres veracruzanas que esperan en sus pueblos el cruce de tren para darles, agua, naranjas, comida y todo lo que sus bajos recursos les permiten? Nada, los pinches gobiernos sólo ordenan el regreso a sus países de origen.

3. Hoy publicó La Jornada acerca de la detención de al menos cinco familias de migrantes centroamericanos en el área de Atlanta denunciada hoy como el principio de una nueva campaña de redadas para deportar a miles de familias que ingresaron en el 2014 a Estados Unidos huyendo de la violencia en sus países. “Nosotros consideramos que sí es el inicio (de las redadas), sobre todo si (los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas o ICE) se tomaron el tiempo en un sábado para hacer estas detenciones”, dijo Adelina Nicholls, Directora Ejecutiva de la Alianza Latina de Derechos Humanos de Georgia. No se sabe dónde los llevaron pues ninguna de las personas detenidas se había comunicado con miembros de sus familias”, indicó.

4. Algunos ilusos creyeron que el morenito Obama sería distinto en ideología y comportamiento a los güeros Bush, Clinton o Reagan, pero resultó tan asesino y represor como todos los presidentes. Aún más, en la misma nota de hoy se informa que Obama ha deportado a más personas que se habían habituado en los EEUU. ¿Quién podría creer que habiendo un presidente negro en los EEUU se sigan asesinando a negros por blancos de pensamiento racista? Por ello se entrega mucho servicio y dinero al gobierno mexicano para que impida que los trabajadores centroamericanos lleguen. Obvio, también se usa el pretexto de que se podrían colar musulmanes que se vengarían de los asesinatos yanquis. Allí no pueden escapar los yanquis; sólo hay que esperar que los islamistas ejerzan su “ojo por ojo y…

5. Así como en México los presidentes, llámense Salinas, Zedillo, Fox, Calderón o Peña son gobierno pero nunca poder, porque éste los ejercen los más grandes empresarios, los medios de información y la embajada yanqui, así también en los EEUU hay unos 100 magnates que controlan fábricas de armas y aviones, todo el petróleo y los bancos, así como las grandes monopolios internacionales que le ordenan a los presidentes y secretarios de Estado lo que tienen qué hacer. En México nuestros presidentes, la suprema corte, los pobres diputadillos y senadores, lo único que hacen es agachar la cabeza ante las órdenes del capital. Lo único maravilloso para ellos es cobrar sus insultantes mensualidades que representan 500 veces lo que gana un trabajador cuando no está desempleado.

6. Al mismo tiempo que los yanquis tiemblan por aquello de “el que debe teme”, así los gobiernos y multimillonarios de Francia, Inglaterra, Bélgica, Alemania, Israel, mueren de miedo por los miles de asesinatos perpetrados con sus aviones y bombardeos. También han cerrado sus fronteras a los centenares de miles de africanos y asiáticos que buscan refugio en Europa contra los bombardeos así como trabajo ante el desempleo abierto. Aunque me de tristeza y coraje, debo reconocer que me crea muchas esperanzas de grandes revueltas del pueblo que buscan comer junto a su familia sin importar las fronteras. Pienso, sueño, me esperanzo en que en algún lugar los pobres del mundo inicien batallas que se extiendan en el universo y que nadie las pueda parar.

7. Los migrantes, como todos los pueblos, primero tienen que comer para luego pensar en su liberación. Mientras las clases dominantes los mantengan como marginados y hambrientos será difícil pensar. Por ello la burguesía los mantiene a raya para que no posean ánimo ni para moverse. Por ello es nuestra obligación pensar, exprimirnos la cabeza, para que surja el descontento y la revuelta que haga cambiar las cosas. ¿Cómo carajos, como alguien decía, no sentir en carne propia la explotación y la madriza que recibe nuestro pueblo y sin ideas de lo que debe hacer para liberarse? Parodiando a Marx: “braceros de todo el mundo (África, Asia, América), uníos y preparados para invadir a los países ricos que a través de los años han saqueado a sus pueblos”. (3/I/16)