sábado, 2 de enero de 2016

enero 02, 2016
CLEVELAND, Ohio, 2 de enero.- Manifestantes inconformes con la decisión de un jurado investigador de no levantar cargos contra dos agentes blancos que mataron a tiros al muchacho afroestadounidense Tamir Rice, de 12 años, cuando portaba una pistola de perdigones, marcharon el viernes hasta la casa del fiscal, donde exigieron nuevamente que renuncie al cargo.

Más de 100 personas se pararon frente a la casa del fiscal del condado Cuyahoga, Tim McGinty, durante la protesta pacífica, en la que los participantes exigieron además una investigación federal sobre los hechos.

Uno de los dirigentes de la movilización solicitó a los manifestantes que no cometieran actos de vandalismo contra la casa de McGinty, ubicada en un vecindario del sector oeste de Cleveland. Agentes policiales escoltaron a los manifestantes y se colocaron en el camino a la cochera de McGinty sin intervenir en la protesta.

Numerosos manifestantes se tienden en el suelo cerca de la casa del fiscal del condado Cuyahoga, Tim McGinty, en Cleveland, Ohio, el viernes 1 de enero de 2016. Los manifestantes exigieron frente a la vivienda del fiscal la renuncia de éste por la decisión de un jurado investigador de no levantar cargos contra dos policías blancos implicados en la muerte a tiros de un chico negro de 12 años (recuado) que jugaba con una pistola de perdigones, en un incidente ocurrido en noviembre de 2014. (Jane Morice / AP)

Los manifestantes gritaron a coro "¡Año Nuevo, ya basta! y "¡McGinty debe irse!"

Mediante un vocero, McGinty declinó hacer declaraciones sobre el particular.

Los manifestantes han exigido la renuncia de McGinty desde que anunció el lunes que los agentes no enfrentarían cargos penales por la muerte de Tamir. Sin embargo, las críticas hacia él empezaron desde hace meses debido a la tardanza para que el jurado investigador emitiera la decisión sobre el incidente sucedido en noviembre de 2014.

Decenas de manifestantes se tendieron en la acera frente a la casa de McGinty durante cuatro minutos, el tiempo que afirman tardaron los servicios médicos en llegar para atender a Tamir, que fue baleado afuera de un centro recreativo.

El fiscal dijo que Tamir intentaba entregar el arma a la policía o mostrarles que era falsa, pero que no tenían manera de saber eso el agente que le disparó, Timothy Loehman, ni su compañero, Frank Garmback.

Loehmann baleó a Tamir a los dos segundos de que ambos agentes frenaran derrapando su auto patrulla cerca del muchacho. (AP)