miércoles, 6 de enero de 2016

enero 06, 2016
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de enero.- El Banco Mundial (BM) recortó sus proyecciones económicas para México para 2016 y 2017. La estimación para el crecimiento del país pasó a 2.8% desde 3.2% para este año, mientras que la proyección para 2017 se ubicó en 3% desde 3.5%.

En su reporte de perspectivas económicas de 2016, la institución señaló que México se verá beneficiado de las reformas estructurales, un peso débil y el fortalecimiento de los Estados Unidos, lo que favorecerá las exportaciones de manufacturas.


Otro punto a favor de la economía mexicana es que la apertura del sector energético seguirá apoyando la inversión extranjera. Además, se prevé que otras reformas contribuyan a intensificar el crecimiento.

Economía mundial tendrá una recuperación modesta

BM prevé que el crecimiento global tenga una recuperación modesta durante 2016. El organismo proyecta que el orbe tenga un crecimiento de 2.9% este año, esta expectativa es mayor a la de 2015 que es de 2.4%.

El comportamiento del crecimiento estará determinado por la debilidad de los países emergentes y las naciones en vías de desarrollo, así como por la debilidad del comercio y la baja en las materias primas.

La institución prevé que Estados Unidos reporte un crecimiento de 2.1% para 2016, mientras que espera un crecimiento de 2.7%  para la zona euro.

Para Japón y China, BM pronóstico un crecimiento de 1.7% y 6.7% en 2016, respectivamente. El crecimiento de Brasil tendrá una contracción de 2.5%, mientras que Rusia tendría una contracción de 0.7% este año.

La economía de América Latina y el Caribe se estancará este año tras contraerse un 0.9% en 2015.

Principales riesgos para el mundo, según BM

El organismo reconoció que los riegos que pueden afectar a la economía mundial están relacionados con una mayor desaceleración de China y una debilidad generalizada de los BRIC’S.

Esta situación podría tener un gran impacto en otros países emergentes y en economías en vías de desarrollo.

Los mercados financieros pueden verse afectados por los costos de endeudamiento durante el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos o por el crecimiento de la aversión al riesgo. (Forbes)