LONDRES, 9 de septiembre.- "Hoy es el día en que habré reinado más que cualquier otro soberano inglés". Lo dijo el 23 de septiembre de 1896 la reina Victoria, y volverá a decirlo (para sus adentros) la reina Isabel II en este histórico 9 de septiembre del 2015, cuando se convierta en la monarca que más tiempo ha soportado el peso de la corona: 23.226 días y contando.
Y a pesar de todo, aunque gane no sólo a Victoria sino a su tocaya Isabel I en el ranking de las reinas predilectas, el 43% de los británicos está de acuerdo con el severo veredicto del historiador de Cambridge David Starkey: "La Reina no ha hecho ni ha dicho nada memorable. No dará su nombre a su era, ni sospecho que a ninguna otra cosa".
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Su Majestad Isabel II en la foto oficial, tomada en julio, que la consagra soberana de los records. La fotógrafa Mary McCartney inmortalizó a Elizabeth como la reina británica que ha gobernado más tiempo. Con vestido rosa, collar de perlas y la leve sonrisa con la que estamos acostumbrados a verla, la Reina de Inglaterra fue retratada en su estudio privado examinando documentos oficiales. |
Las palabras de Starkey, en un polémico artículo para la revista 'RadioTimes', ha dado pie a un intenso debate sobre los méritos (o deméritos) de Isabel II, que pese al estigma de la Reina impasible que se ganó tras la muerte de Diana ha logrado reconquistar la tremenda popularidad de sus primeros años con la misma receta: silencio implacable.
"Su Majestad es una chica agradable y bonita, pero no tiene mucho que decir", escribió ingenuamente Paul McCartney en 1969, un año antes de la ruptura de los Beatles. Por una carambola histórica, su hija Mary ha sido ahora la fotógrafa encargada de inmortalizar el hito: la Reina abriendo simbólicamente en Buckingham una de las cajas rojas con información privilegiada que periódicamente le envía David Cameron, el último y más joven de los 12 primeros ministros con los que ha tenido que despachar (el "primero" fue Winston Churchill, que deplegó ante ella todo su instinto protector).
El momento histórico lo celebrará la Reina en el castillo escocés de Balmoral (adquirido precisamente por Victoria). La hora del té se retrasará posiblemente a las 5.30, el momento en que se producirá el adelanto histórico. Curiosamente, Isabel II ha invitado personalmente a los Duques de Cambridge: una decisión simbólica que dará mucho que escribir a los cronistas reales (sobre todo si se confirma la ausencia de Carlos y Camila).
Horas antes, en otro acto de inusual carga política, Isabel II aparecerá junto a la líder independentista Nicola Sturgeon para cortar la cinta del tren unirá Edimburgo con la provincia de las Fronteras Escocesas. Ese encuentro testimonial, con el que la Casa Real se ha esforzado en ensalzar el perfil de la Reina, servirá precisamente para marcar la abismal diferencia con lo hecho y logrado por su ilustre tatarabuela, en opinión del historiador David Starkey.
"La Reina inaugurará un trazado de ferrocarril de apenas 45 kilómetros de largo que usa la infraestructura construida en la era victoriana. Tan sólo en dos décadas, entre 1850 y 1860, se construyeron 16.000 kilómetros de ferrocarril (...) La Reina Victoria, a pesar de ser diminuta, rechoncha y con la mandíbula prieta, y de llevar una minúscula corona sobre su velo de viuda, dio nombre a esa era llena de energía y acabó siendo sus símbolo".