Juan Acuesta Rodríguez
Las últimas noticias de estos días son en verdad más que alarmantes, vergonzosas y es el hecho del despido de manera prepotente e injustificada y a todas luces ilegal de un equipo de periodistas comandados por Carmen Aristegui, quien fueron exhibidos de una manera indigna por MVS.
Todos los años, gobernantes, incluso el presidente de la República, el día del Periodista y de la Libertad de Expresión, con actos y discursos enaltecen que en este país existe la libertad de expresión y que ellos exigen a todos sus correligionarios que ejerzan el respeto a esta profesión, que es la que se encarga muchas de las veces de informarle al pueblo lo que sucede y acontece a lo largo y ancho del país, pero esto sólo queda en el discurso, es una demagogia exaltar la libertad de expresión cuando sabemos que es una gran mentira.
¿Cuántas veces no hemos leído que agreden a camarógrafos por parte de policías aunque también por parte de los manifestantes? ¿A cuántos periodistas los han “levantado” o los han asesinado por escribir la verdad?
México es un país en donde no se puede deslizar el bolígrafo ni tomar fotos a aquellos que de alguna manera ofenden a la nación y a la verdad, y por el contrario, al sentirse descubiertos y exhibidos ellos se sienten los agredidos y ofendidos.
¿Cómo quieren que creamos en la veracidad de unas elecciones si todo lo manejan a conveniencia de las instituciones? ¿Cómo quieren que creamos en las instituciones si los que las dirigen son los primeros en violentar las leyes y ser en verdad quienes deben ser juzgados y no lo son? ¿Cómo quieren que un país como el nuestro se levante si lo guían bandidos y sinvergüenzas y que sólo ellos reciben los beneficios del Estado por tanta corrupción existente?
La prensa, hoy una vez más, ha sido mancillada porque le han coartado su libertad. Quizá obliguen a escribir y a publicar como ocurría en 1800, de manera clandestina; quizá estos señores que rigen los destinos del país se sientan intocables y no se den cuenta de que en tantos años y gota a gota han estado gestando, ya no la libertad de expresión, sino la violencia y la falta de seguridad. En cambio, la paz podría reinar en nuestra patria si estos señores tuvieran un poco de escrúpulos.