Juan Acuesta Rodríguez
Mucho se menciona, sobre todo por la radio, así como en los cines, la TV y quizá hasta en la prensa porque la gente no sólo tenga y obtenga su credencial de elector, sino que asista a las urnas a votar que porque el pueblo debe utilizar ese derecho para que elijamos a quienes dirigirán los destinos de la Nación, de algunos estados, de los municipios y del Congreso de la Unión.
Yo le pregunto al Pueblo ¿por quién va a votar? Si de los tres principales partidos del país, sumados a sus rémoras no se hace uno bueno. Por un lado, los tan afamados plurinominales, que son unos zánganos y un lastre a la economía de los pueblos. Y si leemos los nombres, veremos que son los mismos en diferentes cargos que llegaron a la política sin nada y salen ricos y terratenientes. Perdón, dije “salen”. De ninguna manera. Se anquilosan en los cargos públicos y como un carrusel van girando en diversos cargos, diversos puestos, un día secretarios, un día diputados, otro día senadores, otro, delegados, gobernadores, etcétera, y siguen siendo los mismos. Y el resultado del país, cada día peor.
Por un lado, los mochos panistas con sus aires de pureza y persignados han tenido las riendas del país y del Estado y los han sumido en un pozo sin fondo. ¡Ah, pero eso sí: son la voz del cambio! Yo diría que son la voz del engaño del Pueblo y la burla a las bendiciones.
Mucho se menciona, sobre todo por la radio, así como en los cines, la TV y quizá hasta en la prensa porque la gente no sólo tenga y obtenga su credencial de elector, sino que asista a las urnas a votar que porque el pueblo debe utilizar ese derecho para que elijamos a quienes dirigirán los destinos de la Nación, de algunos estados, de los municipios y del Congreso de la Unión.
Yo le pregunto al Pueblo ¿por quién va a votar? Si de los tres principales partidos del país, sumados a sus rémoras no se hace uno bueno. Por un lado, los tan afamados plurinominales, que son unos zánganos y un lastre a la economía de los pueblos. Y si leemos los nombres, veremos que son los mismos en diferentes cargos que llegaron a la política sin nada y salen ricos y terratenientes. Perdón, dije “salen”. De ninguna manera. Se anquilosan en los cargos públicos y como un carrusel van girando en diversos cargos, diversos puestos, un día secretarios, un día diputados, otro día senadores, otro, delegados, gobernadores, etcétera, y siguen siendo los mismos. Y el resultado del país, cada día peor.
Por un lado, los mochos panistas con sus aires de pureza y persignados han tenido las riendas del país y del Estado y los han sumido en un pozo sin fondo. ¡Ah, pero eso sí: son la voz del cambio! Yo diría que son la voz del engaño del Pueblo y la burla a las bendiciones.