MÉRIDA, Yucatán, 8 de marzo.- Mensaje pronunciado por don Habib Becil Dájer, Presidente del Club Libanés, este mediodía con motivo del Día del Emigrante Libanés:
Durante la segunda mitad del siglo XIX, por motivos relacionados con la Ocupación Otomana, y el control que por medio del hambre ejercía sobre la población, se inició una dolorosa pero valiente osadía. Mucho ciudadanos Libaneses, dejaron a sus padres, y hermanos, y muchos incluso a sus esposas e hijas, y salieron en busca de nuevas y mejores oportunidades de vida. Buscaban un lugar donde pudieran trabajar, y que con el fruto de ese trabajo, pudieran comer y vestir. Así de simple. Algo a lo que cualquier ciudadano de cualquier país aspiraría, pero que no alcanzaban en su tierra. Un nutrido grupo llegó a México, pero este mismo proceso dividió a muchas familias. No solo por los familiares que se quedaron en el Líbano, sino porque no todos llegaron al mismo País a instalarse, y hoy, habemos descendientes de esos migrantes en casi todos los países del Mundo.
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Encabezaron la ceremonia al pie de la escultura del inmigrante, en la entrada del club, don Roberto Abraham Mafud, Cónsul Honorario de Líbano en Yucatán; Habib Becil Dájer, Presidente del Club; la joven Ailyn Salomón Lomas, Embajadora del Club; el Padre Antonio Escalante Pantoja, rector de Nuestra Señora del Líbano y Janette Becil Dájer, Presidenta del Comité de Damas (foto: Nazhja Borge) |
Los que llegaron a México, lo hicieron por el Puerto de Veracruz, y de estos, algunos mas viajaron por barco al Puerto de Progreso, y de ahí para acá, ya conocemos la historia.