domingo, 13 de diciembre de 2015

diciembre 13, 2015
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 14-XII-15

Alrededor de 7 millones de asalariados mexicanos ya no ganarán 70 pesos con 10 centavos por día laborado, a partir del 1 de enero del próximo año percibirán la fabulosa cantidad de 73 pesos con cuatro centavos.

El 4.2 por ciento de aumento equivale a 2.94 pesos por jornada laborada respecto al nivel actual, cantidad que no alcanza ni para comprar un boleto del Metro al día, pero es considerado por el titular de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, como acontecimiento que “permitirá avanzar en la recuperación del poder adquisitivo” del minisalario, y de los salarios en general, pues el Banco de México estima la inflación en 3 por ciento para 2016.

En los primeros 37 meses del gobierno de Enrique Peña Nieto hubo “una recuperación del poder adquisitivo de los salarios de 4.39 por ciento, la más alta para un periodo similar en los últimos siete sexenios”, dice Basilio González Núñez, economista que desde hace casi un cuarto de siglo preside la CNSM.

Como en otros años, el titular de la CONASAMI, Basilio González Núñez, subrayó que la recuperación del poder adquisitivo se relaciona con múltiples y variados factores: el precio del petróleo, la política monetaria y las tasas de interés, e incluso los problemas geopolíticos en Medio Oriente y en China. (Jornada)

No se trata de poner en duda por sistema los logros del gobierno del maestro en administración de empresas sólo porque la conducta dominante sea la impugnación, pero de una semana a otra, por ejemplo, el frasco de Nescafé clásico de 190 gramos pasó de costar 58 a 70 pesos, en Soriana, el poderoso grupo que lo apoyó en la campaña de 2012. Acudo al supermercado desde 1962 y actualmente cada semana y allí no se percibe la baja inflacionaria.

Asegura González Núñez desde la cómoda oficina en la que cobra muy buenas quincenas, que un despachador de gasolina gana 94 pesos con 30 centavos al día. Gana mucho más, pero debido a las propinas que recibe, pues la mayoría no tienen ningún tipo de salario pero sí sindicatos blancos, descuentos para pagar el sueldo del gerente y la obligación de vender determinada cantidad de productos.

El inepto funcionario para los intereses de los asalariados, llegó al extremo de afirmar: “Yo le diría a la clase trabajadora que los realmente pobres de México son aquellos que no tienen empleo. La pregunta básica entonces es para quienes no tienen empleo por periodos largos: ¿qué preferirían, un salario mínimo o no seguir teniendo empleo?” No, pos sí. Y pontificó que la recuperación del poder adquisitivo se relaciona con “el precio del petróleo, la política monetaria y las tasas de interés, e incluso los problemas geopolíticos en Medio Oriente y en China.” ¡Ah!

De allí que con frecuencia sea colocado en el banquillo de los acusados: la Organización Internacional del Trabajo en México y el Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana coinciden que durante los últimos 20 años, el salario mínimo se ha mantenido estancado (El Financiero, 29-XI-13).

En tanto que Miguel Ángel Mancera, el más destacado en la defensa del salario mínimo en tiempos recientes y con la vista fija en despachar en Los Pinos, busca afrontar el grave rezago salarial acumulado en 33 años, con un “diálogo directo con el presidente”, para subirlo “cuando menos a 86.33 pesos”, bajo el supuesto de que el secretario del Trabajo tiene “mucha disposición a un cambio” y que esto es su obra.

El jefe de Gobierno capitalino tiene razón al afirmar que la CNSM dio “un madruguete” e ignoró que 17 congresos estatales aprobaron la reforma constitucional en materia de indexación de los salarios. Y más aún cuando insta a los ciudadanos a respaldar su iniciativa de elevarlo. Sin que éstos y los asalariados se involucren en tan decisiva batalla por la justicia laboral y social, no habrá cambio significativo alguno.

Acuse de recibo

“¿Qué tan cerca están ‘físicamente’ el rector (de la UNAM) y personas de buena fe como tú de los ‘maestros’ alzados? En Acapulco vivimos entre ellos en el día a día, pues tenemos meses y meses de estar con frecuencia rodeados y estorbados en las actividades diarias por las hordas de manifestantes. Hablamos con auténticos profesores que no quieren abandonar a sus niños para irse a la bola, y esos saben perfectamente que en las broncas perpetuas que están acabando con Acapulco, se encuentran involucrados muchos de aquellos a los que ‘el sindicato’ (tanto el de Elba Esther como luego el de la Coordinadora) les vendían puestos para que cobraran como  maestros en  la SEP aunque nunca pisaron una escuela normalista. Chequen ustedes el censo del INEGI. Al parecer hay 350 mil falsos maestros que le cuestan al país 35 mil millones de pesos al año. Claro que no quieren perder semejante ‘satrapía’. Y los que los apoyan a ciegas son los partidos que ahora les compran sus votos. Le mando al Grupo (María Cristina) saludos y los mejores deseos para este fin de año”. El comentario de la periodista Manú Dornbierer es sobre Opiniones que la SEP debe ponderar (11-XII-15)… Más textos para consultar en Forum: La CIA entró en Afganistán antes que la URSS (Zbigniew Brzezinski). Rusia, el aliado inoportuno (Adrian Mac Liman). Cada quien sus muertos (Víctor Orozco). http://www.forumenlinea.com/site/

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