miércoles, 16 de diciembre de 2015

diciembre 16, 2015
Objetividad o subjetividad, depende del cristal por donde se mire…

Efman Rivero

Felicitaciones a todos ustedes egresados que pueden sin temor alguno firmar su escrito, claro como ustedes son valientes porque solamente mencionan realidades parciales de lo que sucede, positivas desde luego, no completas; esto se debe a que si están fuera de la Facultad de Derecho no saben lo que en la realidad se vive.


Nosotros tenemos que estar en el anonimato, ya que a nosotros sí pueden acosarnos más de lo que estamos. Afirman que conocen al Abog. Rivero y que es una persona estricta, quiero pensar que les dio clase y por eso tal aseveración, además de que es responsable como exigente pero institucional, de acuerdo, de acuerdo…

Lo que ustedes no dicen, es que no tiene formas ni maneras para tratar con el personal. Lo que no conocen, es que su grosería y prepotencia no tiene límites ni nadie quien se los ponga y por si no están enterados es déspota con todo el personal que labora en esta facultad, tanto académicos, como administrativos y manuales.

El problema no es implantar orden, el problema son las formas tan grotescas y violatorias de los derechos humanos del personal. Ustedes son egresados, tal vez ya abogados y saben del respeto a los Derechos Humanos de todas las personas en general, ¿y no creen ustedes que deben defendernos? ¿dónde quedaron sus principios jurídicos y sus valores?

Desde luego se olvidan de todo en virtud de que son trabajadores de la Junta Federal en la cual ustedes prestan sus servicios y suponemos que el abogado les muestra su mejor cara para que ustedes le faciliten el camino para las diligencias y trámites que realiza ante esa dependencia, además de que no hay que olvidar las gratificaciones o de un buen regalito de cuando en cuando para darles a ustedes por su lado.

Tradicionalmente lo ha hecho desde antaño con un connotado abogado que ya no labora en la Junta, y nuevamente les pregunto ¿eso es actuar con probidad?. Es verdad, que se requiere rescatar a la Facultad, que se requieren cambios en todos los aspectos, pero ¿les parece que paguen justos por pecadores?

Si alguien se resistía al cambio, tengan la seguridad que ya no se encuentran en esta Facultad, pero los que permanecen se debe a que no tienen por qué temer, ya que son gente cumplida y comprometida y nuevamente les pregunto ¿también a éstos hay que maltratar? tal como se hace.

Analizando su escrito, en el cual dicen que se hacen acusaciones sin sustento, les recuerdo que son abogados o alumnos egresados de esta Facultad, tal y como ustedes dicen, pero también les digo que ustedes más que nadie no deben afirmar que las observaciones hechas acerca del mal clima laboral de esta Facultad no tiene sustento.

Sí existen pruebas, algunas se subieron y mostraron, otras por no exhibir más a la Facultad no se ha mostrado pero se puede hacer, tengan la seguridad.

Entendemos su postura, pero traten de ver más allá de su estatus de egresado, investiguen y no hagan juicios solamente por lo que escuchan y vivieron en el pasado, ahora es el presente. Si es cierto se tienen y han tenido maestros que han agotado rápido los cupos como el maestro Juan Daniel Hernández, a quien no se le volvió a contratar después de ser reconocido como uno de los mejores maestros en el área de criminalística y criminología, ¿por qué? ¿No estaban enterados o no les hace ruido?