martes, 8 de diciembre de 2015

diciembre 08, 2015
CIUDAD DEL VATICANO, 8 de diciembre.- Cincuenta años después de la clausura del Concilio Vaticano II, quince años después del último Año Santo presidido por Juan Pablo II, doscientos setenta días después del anuncio sorpresa de un Jubileo especial dedicado a la Misericordia en la basílica de San Pedro, Francisco abre la Puerta Santa más famosa del mundo y escribe una nueva página en el libro de su pontificado y en la historia del Vaticano. Es la primera vez que el Jubileo es atestiguado por un Papa Emérito, la primera vez que se globaliza la indulgencia extendiéndola a las catedrales de todo el mundo y también es el primero en medio de la amenaza fundamentalista sitiando Occidente.

Peregrinos en la Avenida de la Conciliación. (ANSA)

Después del preludio en Bangui, con la apertura de la Puerta Santa en la República Centroafricana, el 8 de diciembre es el día de la inauguración del Jubileo en el corazón del cristianismo. Un largo maratón que se inició a las 6:30 de la mañana con la apertura de entradas blindadísimas a través de las cuales los fieles están llegando por la imponente columnata de Bernini después de ser revisado por los servicios de seguridad.

La misa con el Papa en la Basílica comenzará a las 9.30 (dentro de poco más de dos horas). Para conmemorar los pasajes del 8 de diciembre de 1965, cuando se cerraron los trabajos del Concilio, se leerán las cuatro constituciones eclesiales: "Dei Verbum", sobre las Escrituras; "Lumen Gentium", sobre la Iglesia; "Sacrosanctum Concilium", sobre la liturgia, y "Gaudium et Spes", sobre la Iglesia en el mundo actual. Y dos extractos del decreto sobre el ecumenismo "Unitatis Redintegratio" y sobre la libertad religiosa "Dignitatis Humanae" y el libro del Evangelio se coloca en el mismo trono que hace cincuenta años acompañó el trabajo de los padres conciliares. La ceremonia tan esperada para la apertura de la Puerta Santa es a las 10.30: en el atrio de la basílica, en presencia de Benedicto XVI, Bergoglio rezará y se cantará el Salmo 117, que dice: "Ábreme las puertas de la justicia ". Entonces las dos puertas de bronce se abren y entran los Papas, cardenales, obispos, representantes de los religiosos y laicos.

Francisco va al Palacio Apostólico para el Ángelus de las 12. Luego, a las cuatro de la tarde viene el tradicional homenaje a la fiesta de la Inmaculada Concepción ante la estatua de la Virgen que se encuentra en la Plaza de España. Y antes de regresar al Vaticano, Bergoglio pasa ante Santa María la Mayor. No se abre la Puerta Santa (adonde el Papa volverá el 1 de enero, otra fiesta mariana) pero se arrodilla ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani.

La fiesta jubilar coloreará la Cúpula de San Pedro. A partir de las siete de la tarde y hasta las diez de la noche, se efectuará un espectáculo de luz proyectado sobre la fachada de la Basílica con imágenes de algunos fotógrafos famosos en un operativo "Fiat Lux: iluminar nuestro hogar común", dirigido por Louie Psihoyos, fotógrafo histórico y documentalista de National Geographic, dedicado a las especies animales en peligro de extinción. (Repubblica)