viernes, 18 de diciembre de 2015

diciembre 18, 2015
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de diciembre.- Cambiarse constantemente de domicilio para evitar una revisión del fisco para el pago de impuestos, es una práctica muy común que ya detectó el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la clasificó como contribuyentes “chapulines”.

De estos hay alrededor de mil 200 en el radar del SAT a los que ya se les sigue la pista, pues están dejando un perjuicio de 50 millones de pesos por evasión u omisión de impuestos.

Pueden ser personas físicas o morales que se resisten al ejercicio de facultades de comprobación de auditorías que realiza la administración tributaria, utilizando el mecanismo de cambio de domicilio fiscal.

Aristóteles Núñez Sánchez, el jefe del SAT, ayer en reunión con Roberto Ramírez de la Parra, titular de Conagua.

“Los chapulines son contribuyentes que brincan, hay de todo: empresas chiquitas, empresas medianas; difícilmente una empresa establecida difícilmente utiliza este mecanismo para evadir el cumplimiento de sus obligaciones o facultades de comprobación y pueden estar relacionadas con la facturación apócrifa”, señaló el administrador general de Auditoría Fiscal Federal del SAT, José Ernesto Luna Vargas.

Explicó que el comportamiento de los “chapulines” por lo general se da cuando al llegar la autoridad fiscal a su domicilio: "Ellos inmediatamente después de que se inicia la auditoria se cambian a otro domicilio y después resulta que aparecen en otro” y así andan tratando de evadir el ejercicio de facultades de la autoridad fiscal.

Mencionó que ya se tiene identificados con este perfil entre mil 100 y mil 200 contribuyentes por año que de alguna manera tienen ese tipo de comportamiento.

“Nosotros cuando un contribuyente se cambia de domicilio, vamos por él; hoy día la tenemos más fácil por el tema de la competencia nacional, porque nuestros auditores son competentes en todo el territorio nacional; antes lo mandábamos a otra administración que hoy es desconcentrada y continuaba con el ejercicio de comprobación”, refrió. Detalló que el nuevo reglamento que que se publicó recientemente, las autoridades fiscales tienen competencia nacional.

“Antes qué se hacía, el contribuyente se cambiaba de domicilio y teníamos que ir a la otra administración para que esa administración siguiera con el procedimiento; hoy en día con independencia del cambio del contribuyente, la autoridad fiscal va a poder ir directamente”, expuso.

Si un contribuyente al que se le inició una auditoria, cambia de domicilio fiscal y no da aviso a la autoridad de que lo hizo, es decir abandona su domicilio fiscal, se aplican las medidas de apremio, enfatizó.

El funcionario señaló que se trata desde la cancelación del sello digital del contribuyente, con lo cual ya no le permite facturar y por ende no cobrar o bien el aseguramiento de cuentas bancarias.

“Estas dos medidas de apremio están perfectamente definidas en el Código Fiscal de la Federación: Si un contribuyente no da aviso a la autoridad fiscal en el ejercicio de una atribución como podría ser una auditoria o requerimiento de información, no encontramos al contribuyente hay esas medidas”, advirtió.

El funcionario destacó que ese tipo de medidas entre otras ha generado una mayor conciencia de los contribuyentes, ya que este año se observó un aumento del 50% en el cumplimiento de obligaciones.

“Nuestras áreas de estadísticas y planeación están realizando un ejercicio en donde comparan a los contribuyentes que pagaban en el ejercicio 2014 contra los del 2015, y estamos viendo que hay un 50% más que está cumpliendo en este año”, destacó.

Hizo ver que gracias a que hay más pagadores de impuestos que están a mano con el fisco, la recaudación de ingresos tributarios ha mejorado. “Nos han comentado que este incremento, este logro en material de recaudación se debe cada vez más al cumplimiento de los contribuyentes; un 13% de del incremento en la recaudación se explica por eso”, subrayó.

La mayor conciencia se debe a la percepción del riesgo del contribuyente al sentirse vigilado. (Leonor Flores / El Universal)