lunes, 30 de noviembre de 2015

noviembre 30, 2015
CIUDAD DEL VATICANO, 30 de noviembre.- El papa consideró hoy “un error” la elección para desempeñar cargos en el Vaticano de las personas actualmente imputadas por la difusión de secretos y aseguró que continuará con su “labor de limpiar” la Iglesia de corrupción.

“Se ha cometido un error. Lucio Vallejo entró en la COSEA (Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede) por ser el secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos”, dijo el pontífice. (La fotografía se la tomó La Repubblica a su regreso de África)

“¿Cómo entró ella (Francesca Chaouqui)? No estoy seguro, pero creo que no me equivoco si digo que fue él quien la presentó como una mujer que conocía el mundo de las relaciones comerciales”, añadió.

El pontífice hizo estas declaraciones durante el vuelo de vuelta de su viaje a África, según el diario italiano “La Stampa”, y con ellas se refirió al proceso vaticano por la sustracción, difusión y publicación de material clasificado de la Santa Sede.

En el juicio están imputados el monseñor español Lucio Vallejo, la ex relaciones públicas Francesca Chaouqui y el antiguo miembro de la COSEA Nicola Maio, así como Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, los periodistas que publicaron en sendos libros los secretos.

El papa señaló que Vallejo y Chaouqui trabajaron juntos hasta que la COSEA concluyó su misión de investigar las cuentas de la Curia.

“Los miembros de la COSEA permanecieron en algunos cargos del Vaticano. La señora Chaouqui no se quedó en el Vaticano. Algunos dicen que se enfadó por eso. Los jueces nos dirán la verdad sobre los hechos, cómo lo hicieron”, consideró.

Francisco indicó que para él “no fue una sorpresa” y que no le “quitó el sueño” porque “mostraron la labor que se ha comenzado con la comisión de nueve cardenales, buscar la corrupción y las cosas que no funcionan”.

En este sentido, manifestó su decisión de “continuar junto con los cardenales y las comisiones la labor de limpieza” emprendida en la Santa Sede y recordó las palabras de su predecesor Ratzinger, Benedicto XVI, que habló de “la suciedad de la Iglesia” 13 días antes de la muerte de Wojtyla.

“Él lo denunció el primero (…) Le elegimos por su libertad a la hora de decir las cosas”, refirió.

Junto a Vallejo, Maio y Chaouqui, están imputados los dos periodistas que publicaron los archivos secretos en sendos libros, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi.

Ambos han considerado este juicio como un proceso a la libertad de información y, a este respecto, Francisco abogó por una “prensa libre, laica y también confesional, pero profesional”.

“La profesionalidad de la prensa puede ser laica o confesional: lo importante es que haya profesionales y que las noticias no sean manipuladas. Para mí es importante porque la denuncia de las injusticias y de la corrupción es un buen trabajo”, resaltó.

Añadió que “la prensa profesional lo debe decir todo, pero sin caer en los tres pecados más comunes: la desinformación, es decir, decir solo la mitad de la verdad; la calumnia, cuando no es profesional y mancha a las personas, y la difamación, que es decir cosas que acaban con la reputación de una persona”. (EFE)