viernes, 20 de noviembre de 2015

noviembre 20, 2015
Gilberto Avilez Tax

Siguendo a Alfredo Jalife-Rahme, experto en geopolítica internacional y conocedor profundo del medio oriente,[1] la lectura del conflicto internacional reciente que ha sacudido al mundo, entre Rusia, Estados Unidos, Francia, Irán, Irak y Siria contra el Estado Islámico (hoy llamado, tercera Guerra Mundial según los estatutos de la ONU, por estar implicado en el conflicto cinco de sus países miembros) deja ver varias cosas: en primera, la gran hipocresía y la doble moral de Europa (algunos países europeos, como España, le compran petróleo a ISIS, el noveno exportador de petróleo a nivel globo, a cambio de armas prohibidas por el derecho internacional humanitario), que acepta y llora a sus muertos de dentro de sus fronteras, al mismo tiempo que es indiferente con la escala del horror en Siria, Líbano e Irak. Además, una ola de miedo pánico y xenofobia racista se cierne contra los refugiados sirios en Europa.


El doble discurso europeo se hace más patente cuando se comprueba que muchos de los yihadistas que están en las filas de ISIS, provienen de Europa misma (no necesariamente musulmanes nacidos en territorio europeo, sino franceses, ingleses o alemanes de cepa). Y no olvidemos que hace más de un año, las francesas, alemanas e inglesas, iban dispuestas a los territorios del califato de ISIS, para servir como hembras para la reproducción de la tartufa y siniestra especie de los fanáticos descarriados.

En segundo lugar, es un hecho evidente que Israel, ese Estado de los sabios de Sión, así como Arabia Saudita, no serán tocados por ISIS porque, según Edward Snowden, ISIS es parte de una conjura sionista de dominio territorial en oriente próximo: tanto el Mossad judío, la CIA y los servicios de inteligencia británicos crearon a ISIS utilizando una estrategia denominada “nido de avispón”, que atrae a todas las escorias fanáticas de todos los puntos del globo, mediante eslóganes religiosos. Snowden asegura que “la única solución para la protección del Estado judío es crear un enemigo cerca de sus fronteras”, y que el líder de ISIS, el califa Abu Bakr al-Bagdadi, tuvo un entrenamiento militar con los del Mossad durante un año, así como cursos de teología y oratoria.

El tercer punto a señalar, es la idea del hecho evidente del declive tremendo del anterior Imperio total, que llegó a ser en su momento Estados Unidos después de la segunda guerra mundial: si los yanquis no tienen nada que ver con el surgimiento de ISIS, peor para ellos, pues en más de dos años de estar en Siria, no hicieron absolutamente nada para suprimir a los sunnitas fanáticos de ISIS.

Mientras la barbarie de ISIS ha enseñado, a los ojos del mundo, la podredumbre del hombre religioso, vemos que en otras partes del mundo musulmán, tanto los maestros del derecho y la teología musulmana, así como los ayatolas de Irán, execran de esos descarriados de la ley de Alá y de su profeta.

Y en un último punto, podemos decir que asistimos a una redefinición de la geopolítica internacional y los polos de poder desde Bretton Woods, en 1944: la política económica, humanitaria y militar actual, debe dar paso a una agenda internacional donde el poder es, desde hace tiempo, compartido entre tres potencias mundiales: Estados Unidos, cuyos conflictos internacionales (su derrota en Afganistán e Irak) y financieros (las burbujas económicas que estallaron en 2009 generando una crisis económica mundial) han mermado su anterior incuestionable poder; la potencia económica de China, dominadora de buena parte del globo; y el resurgimiento militar y su reposicionamiento en el pináculo de guerra, de la Rusia del zar Putin.

[1] Véase la entrevista que la periodista Cristina Sada Salinas le hizo a Jalife-Rahme el 18 de noviembre de 2015: “Caos global: Tercera guerra mundial o nuevo orden. Entrevista a Alfredo Jalife”: