domingo, 8 de noviembre de 2015

noviembre 08, 2015
ROMA / MADRID, 8 de noviembre.- La publicidad, las tarjetas de crédito y la exposición continua en Facebook que nos empuja a lucirnos nos empujan al shopping compulsivo. ¿Es usted un adicto a las compras? Si quiere salir de dudas puede aplicarse el test desarrollado por un equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Bergen (UiB), en colaboración con la de Los Angeles y la de Stanfotd, denominado Bergen Shopping Addiction Scale (BSAS), una escala de Bergen que mide la adicción a las compras.

La primera escala desarrollada por la universidad nouega fue para medir la adicción a Facebook y data de 2011. También se aplican variantes a la compulsión al juego en general o a los videojuegos.

La nueva Escala Bergen diagnostica cuándo comprar se vuelve patológico.

El método, que publica la revista Frontiers in Psychology, se basa en los elementos fundamentales de la adicción ya reconocidos como criterios de diagnóstico para otras adicciones y es el primero de este tipo en todo el mundo.

La escala utiliza siete preguntas básicas que definen si una personas es o no una adicta a las compras: ¿piensa en compras o en comprar cosas todo el tiempo?, ¿se va de compras o compra cosas para cambiar su estado de ánimo?, ¿la necesidad de comprar le llegan a afectar negativamente en sus obligaciones diarias, colegio, trabajo...?, ¿siente a menudo que tiene que ir de compras o comprar cada vez más para obtener la misma satisfacción que antes?, ¿ha decidido comprar pero no ha sido capaz de hacerlo?, ¿se siente mal si por alguna razón no puede ir de compras?, y ¿el hecho de comprar tanto ha llegado a deteriorar su calidad de vida?

Si usted está "muy de acuerdo" o "totalmente de acuerdo" en al menos cuatro de los siete elementos es posible que sea un adicto a las compras. Y, como señalan en este informe, los síntomas de la adicción a las compras están estrechamente relacionados con los de la adicción a las drogas, el alcoholismo y otras dependencias.

"La tecnología ha hecho que comprar sea muy accesible, la que facilita que la aparición de adicciones", explica Cecilie Schou Andreassen, quien dirigió el estudio.

Según el Centro CAT de Barcelona, el perfil típico del comprador compulsivo es una mujer, en torno a la treintena, de no importa qué clase social, que ha desarrollado este hábito a fuerza de comprar ropa, zapatos, joyas y productos de belleza. Aunque no hay que olvidar que también hombres, aunque muchos menos, y sus preferencias se decantan por los aparatos eléctricos y las herramientas para el hogar. Sin embargo, no está no catalogado como un trastorno mental. Algunos estudios estiman una prevalencia en la población de entre el 2 y el 8%.

Andreassen explica que la adicción a las compras es más frecuente en ciertos grupos demográficos y en las mujeres. Suele «iniciarse durante la adolescencia tardía o los primeros años de la edad y parece disminuir con la edad».

Además, añade, está relacionada con ciertos rasgos de personalidad: personas con mayor grado de extroversión y neuroticismo tienen un mayor riesgo de desarrollar adicción a las compras. Los extrovertidos, aclara, "lo hacen en una búsqueda de sensaciones y pueden utilizar las compras de expresar su individualidad o mejorar su estatus social y su atractivo personal". En cuanto las personas neuróticas, continúa, son "ansiosas, depresivas y conscientes de sí mismas, y parece que podrían utilizar las compras como un medio para reducir sus sentimientos negativos".

En el otro lado del espectro, los rasgos de personalidad tales como la escrupulosidad, la conciencia, el amor por los estímulos intelectuales y la novedad parecen caracterizar a aquellos que tienen un riesgo muy bajo de desarrollar dependencia.