jueves, 5 de noviembre de 2015

noviembre 05, 2015
JUBA (YUBA), Sudán del Sur, 5 de noviembre.- Tiene 13 meses, se llama Nyalou Thong y es una de dos supervivientes del avionazo de ayer.Murieron 37 personas, informan en el hospital de Juba, tras contar los trozos de cadáveres (habían dado una cifra preliminar de 36 muertos).

Otro desastre aéreo ha protagonizado los titulares de esta semana: el avión ruso caído (o derribado) sobre el Sinaí. La nave de ayer, también rusa, también siniestrada, ocupó mucho menos espacio: un viejo carguero Antonov que se estrelló ayer en una isla boscosa en medio del Nilo blanco, en Sudán del Sur.

La bebé Nyalou Thong, protegida desde lo alto. (Charles Lomodong/AFP/Getty Images)

Este viejo cacharro soviético de la guerra fría (su primer vuelo fue en 1971), fletado por la compañía privada Allied Services Limited, cayó desde 800 metros de altitud. Sólo dos personas de las 39 que viajaban en él o que estaban en el lugar donde se estrelló salieron vivas de entre sus hierros retorcidos. una es la bebé de 13 meses llamada Nyalou Thong y la otra, su protector. La razón por la que esta niña ha sufrido sólo una fractura en la pierna y quemaduras menores es que la protegió ese pasajero, escudándola con su cuerpo. Él también sobrevivió, pero está gravemente herido.

La encontraron cuando buscaban las cajas negras del aparato unos cascos azules de Naciones Unidas desplegados en la zona, que se encuentra en conflicto en la actualidad entre milicias nuer y el ejército de Sudán del Sur, de mayoría dinka. Alrededor también hallaron los cuerpos de varias personas pertenecientes a una comunidad que vivía en esa misma isla.

Nyalou se encuentra consciente en el hospital de Juba, al que se han desplazado muchos curiosos, incrédulos de su suerte. Se desconoce porqué (N. de la R. ¿No será por pobreza?) un avión de carga, que no está autorizado a llevar a pasajeros, transportaba a tanta gente. Su tripulación, cinco personas de nacionalidad armenia y una rusa, murieron en el acto. Los restos del aparato, que se descompuso en varios trozos, quedaron esparcidos por la isla.

La mamá y la hermana de Nyalou Thong murieron en el accidente, pero le queda su papá, Thong Deng, quien al enterarse de los hechos viajó desde Paloich hasta Juba para reunirse con la niña. 


Achol Deng, presentadora de TV que estuvo entre los primeros en llegar a la escena de la tragedia, vio a la bebé gateando sobre el pecho de un hombre inconsciente. "Fue como una intervención dee Dios", dijo Deng. (The Guardian / El Mundo / AP / Anadolu Agency)