domingo, 4 de octubre de 2015

octubre 04, 2015
WASHINGTON D.C., 4 de octubre.- Tres días después de la masacre en una universidad de Oregon, hoy en la mañana ocurrió otra muerte relacionada con el uso de armas de fuego no controladas en los Estados Unidos. Y la víctima, McKayla Dyer, tenía 8 años. Fue baleada por su vecino de 11. La tragedia sucedió en White Pine, un pequeño pueblo en el este de Tennessee.

Según una primera reconstrucción de los medios de comunicación locales - citando al sheriff del condado de Jefferson, G.W. "Budd" McCoig -el muchacho tomó el fusil de su padre, apuntó desde su ventana a la niña que vivía al lado y apretó el gatillo. La niña cayó al suelo, la bala le había dado en el pecho; su madre llamó al hospital Morristown-Hamblen, pero todo fue inútil y murió ahí.

Foto familiar de McKayla.

El niño fue arrestado y acusado de asesinato en primer grado y comparecerá en la corte mañana. El arma, propiedad de su padre, era una escopeta calibre 12.

La madre, Latasha Dyer dijo: "Era una niña preciosa, la niña de su mamá, siempre me hacía sonreír, sin importar que yo estuviera de mal humor.

Latasha precisa que McKayla estaba jugando en el jardín con su mascota, y el vecino de 11 años (cuyo nombre no se proporciona) le pidió que le permitiera ver al perrito. La niña dijo que no, el vecino se metió a su casa y le disparó desde la ventana.

El vecino de 11 años ya había causado problemas haciéndole bullying a McKayla, burlándose de ella y poniéndole apodos. Latasha reportó esa mala conducta al director de la escuela elemental donde ambos niños estudiaban y el acoso acabó, hasta hoy que ocurrió la desgracia.

Latasha y toda la familia están devastados.   "Quisiera volver a tenerla en mis brazos, no es justo. Abracen y besen a sus hijos porque no podemos saber si vivirán al día siguiente. Espero que (nombre del niño) aprenda su lección porque le quitó la vida a mi bebé y no puedo recuperarla", concluyó. (Repubblica / wate.com)