SANTIAGO DE CHILE, 13 de octubre.- En el discurso oficial tanto de Estados Unidos como de Rusia, ambas potencias luchan en territorio sirio para poner freno a la expansión del Estado Islámico y Al Qaeda. Pero la realidad parece ser muy diferente, pues todo indica que la participación de ambas naciones se centran en apoyar a las fuerzas de Al Assad, por el lado de los rusos, y a las tropas rebeldes al régimen, por parte de los estadounidenses.
Este verdadero escenario de Guerra Fría que protagonizan Estados Unidos y Rusia se ve fortalecido por las informaciones de los últimos días. El viernes se conoció que el Estado Islámico, lejos de verse afectado por los ataques aéreos rusos, inició una gran ofensiva en las cercanías de la ciudad siria de Alepo. La arremetida del grupo yihadista, de hecho, fue calificada como la mayor de los últimos meses.
El domingo, en tanto, el gobierno sirio informó de un gran avance de sus tropas sobre posiciones rebeldes gracias al incremento de los bombardeos rusos en la provincia de Hama.
La respuesta de EEUU
Ante este arremetida de las fuerzas gubernamentales, Estados Unidos informó que entregó 50 toneladas de municiones para los grupos opositores del presidente sirio.
Según una fuente militar aseguró a la cadena CNN, la entrega se hizo el domingo con el lanzamiento en paracaídas de 112 palés. Un avión de transporte C-17, escoltado por cazas, lanzó toneladas de munición, granadas y otro tipo de material en un punto de la provincia de Hasakah a un grupo rebelde apoyado por Estados Unidos conocido como la Coalición Siria-Árabe.
Las fuentes estadounidenses aseguraron que todo el material fue recuperado con éxito por los rebeldes aliados de los estadounidenses.
El conflicto que vive Siria desde marzo de 2011, cuando surgieron una serie de protestas con el Gobierno de Al Asad, ha dejado unos 220.000 muertos y hay más de 4 millones de refugiados en países vecinos, así como 7,6 millones de desplazados internos, según estimaciones de la ONU. (Alejandro Osorio S. / latercera.com)
