sábado, 17 de octubre de 2015

octubre 17, 2015
JIUTEPEC, Morelos, 17 de octubre.- Héctor Bustos es uno de los diseñadores de máscaras para disfraces de una empresa en Jiutepec. Al acercarse el Día de Muertos, como cada año, le tocó proponer nuevos personajes.

"¿Oye, hacemos a El Chapo?", dijo. Y a sus jefes les pareció una buena idea.

"Nos dieron la oportunidad de que lo diseñara con el apoyo de mis compañeros y ahora resulta que es de las piezas que más se ha llegado a vender en estas fechas", explicó.

“El propio ‘Chapo’ seguramente quiere disfrazarse del ‘Chapo’”, dice con ironía Diego Esponda, tercera generación de artesanos impulsores de la máscara de látex y director general de Grupo Rev, empresa 100% mexicana, que desde hace tres semanas elabora el disfraz del capo en una fábrica ubicada en Morelos. (Reuters)

El bigotillo negro, el flequillo sobre la frente y los ojos pequeños de la máscara de látex remiten inmediatamente a Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, quien el 11 de julio se fugó desde la ducha de su celda de una cárcel de alta seguridad, a través de un túnel de más de un kilómetro de longitud.

Pero por si quedara alguna duda sobre la identidad de aquel a quien representa, se vende junto a un traje a rayas horizontales blancas y negras y un número escrito justo sobre el corazón como el que usan los presidiarios. Y para que el conjunto resulte divertido le han añadido en la espalda #NoEraPenalDeAltaSeguridad.

"¿Es como cómico, no?", se preguntó entre risas Diego Esponda, director de Caretas REV, la empresa mexicana que está vendiendo miles de disfraces de El Chapo en México e incluso en Estados Unidos y Canadá a través de su página de internet.

"¿Lo agarramos dos veces y se nos escapa dos veces, verdad?", siguió bromeando antes de ponerse serio y explicar que no se trata de vanagloriar a un criminal responsable de miles de muertes debido a la encarnizada pelea que ha mantenido con otros cárteles por el control de las rutas del narcotráfico. "Más bien yo creo que es un llamado de atención fuerte al gobierno que lo agarra y se les escapa".

El de El Chapo no es el único de sus disfraces vinculado con la actualidad.

Otra máscara, mucho menos realista, con una inmensa boca abierta que permite ver varios dientes desproporcionados y una mata de pelo de un color entre paja reseca y plátano decolorado también es un éxito de ventas. Representa a Donald Trump, a quien Esponda consideró "el personaje más odiado en este momento en México" tras sus comentarios racistas hacia los habitantes de este país cuando anunció en junio su candidatura a la presidencia de Estados Unidos.

"Se ha vendido también muy bien en Estados Unidos", dijo Esponda.

Negocio familiar

Diego pertenece a la tercera generación de artesanos dedicados a la fabricación de máscaras de látex y disfraces. Su abuelo, un dentista de profesión, inició el negocio hace 50 años que actualmente emplea a unos 350 morelenses.

Un día lo invitaron a una fiesta de disfraces y se las ingenió para hacerse una máscara con látex y entonces vio que su invento podría tener éxito comercial.

Grupo Rev produce las máscaras y hace algún tiempo la familia creó otra empresa, Sponch Costumes, que se dedica a diseñar y fabricar disfraces para acompañar las máscaras.

Ahora, tienen una marca para la venta en Estados Unidos: Ghoulish.

Entre sus diseños destacan las máscaras de los expresidentes mexicanos, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y del actual, Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, reconoce Diego, en los últimos nueve años una de las más vendidas es la del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Le siguen las de Salinas y Fox. Las menos populares son las de Calderón y Peña, reconoce.

“Ni (Felipe) Calderón ni (Enrique) Peña Nieto, vendieron. La verdad son personajes poco carismáticos. Calderón es gris. Y Peña Nieto, no vende como máscara”, sostiene el empresario.

Divertido relata que un día, cuando fabricaban máscaras de Salinas y Zedillo, en el sexenio de éste último, un día llegaron a la fábrica elementos del Estado Mayor Presidencial y detuvieron al personal y al gerente quienes pasaron una noche detenidos.

“Los interrogaron y todo. Al final, tuvimos que dejar de producir la máscara, porque dicen, estábamos dañando la imagen presidencial”.

Recuerda también que a finales de sexenio de Vicente Fox el semanario Proceso publicó en su portada una fotografía en la que aparece una máscara del guanajuatense fabricada por ellos.

De la popular máscara del “Chapo” confiesa que no pensó que “fuera a pegar tanto” a pesar de que se han registrado fenómenos similares como en 2001 con la máscara de Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda que encabezó los ataques a las torres gemelas.

“Seguramente después de las festividades de Halloween y Día de Muertos, dejaremos de producir este disfraz (del Chapo). Mantendremos algo de inventario, porque seguramente habrá quien se quiera disfrazar del Chapo cuando lo agarren por tercera vez. Si lo agarran”, concluye divertido. (AP / apro)