lunes, 5 de octubre de 2015

octubre 05, 2015
Pedro Echeverría V.

1. La Coordinadora (la CNTE) en Yucatán es débil por conciencia histórica, pero los luchadores de Educación han sido fuertes por conciencia social. En Oaxaca. Michoacán, Guerrero y otros 10 estados, la conciencia histórica de lucha de los pueblos si une a la enorme voluntad de sus dirigentes para ayudarse mutuamente a luchar contra la opresión. Pero la CNTE avanza todos los días en su organización, su fuerza y no dejará –junto con todos los maestros del país- de batallar para evitar que el Estado y empresario privatizador caiga con todo su poder contra los educadores y su pueblo.

2. En Yucatán la CNTE ha presentado una resistencia más fuerte que en años anteriores a las amenazas, maniobras y golpes del gobierno contra los maestros y la educación. Cuenta ahora con una valerosa oposición que se manifiesta en Valladolid, Ticul, Mérida, Halachó, Maxcanú, Hunucmá, Motul y otras regiones, ciudades y poblaciones que antes muy poco se manifestaban. Los profesores no conforman un solo bloque porque cada sector está trabajando en su sección, pero cuando se ponen de acuerdo realizan actos de alrededor de cinco mil como los realizados el pasado julio.

3. Los dirigentes del sindicato (el SNTE) de Yucatán y los profundamente ignorantes secretarios estatales de educación no cuentan con ideas o criterios propios porque los pobrecitos sólo se atienen a recibir órdenes de sus superiores SEP y SNTE: ¡“repriman”, “suspendan”, “amenacen”, “golpeen”! ¿Olvidan acaso, que los profesores tienen estudios, conocimientos, experiencia, dignidad? Suspendieron del trabajo por varios meses a nuestra compañera Neida, reprimieron con saña en Mérida a otras compañeras que protestaban el 16 de septiembre, se ponen tapones en los ojos y oídos para ignorar nuestras protestas.

4. Pero los luchadores sociales (así como los batalladores de la CNTE) tenemos la convicción de que hacemos las cosas correctas: luchar por las demandas justas de nuestro pueblo contra una serie de sátrapas que buscan mantenerlo pisado en el cuello. ¿Y qué más pueblo que los maestros que se pasan la vida ayudando a los explotados a abrir sus ojos y a defenderse contra la injusticia social? Por ello los compañeros de la CNTE en Yucatán han publicado en el diario Por Esto! hoy lunes, sus reflexiones acerca de las amenazas y las trampas del gobierno y la SEP para seguir engañando al magisterio nacional con su evaluación.

5. ¿Coño, si estudié primaria, secundaria, preparatoria o Normal, luego licenciatura en educación, obtuve mi título, y ahora me van a evaluar para ver si soy apto para enseñar? Lo que persigue el gobierno –no es otra cosa- es despedir por lo menos a la mitad de los maestros porque no quiere crear más plazas. ¿Puede olvidarse que hace seis años despidió a 44 mil electricistas, a miles de trabajadores de Mexicana de aviación y que amenaza con decenas de miles de despidos más empujador por la crisis económica nacional? Yucatán no puede seguir siendo el Estado más conservador de la República y los maestros no lo permitiremos.

6. Pronto, como en Oaxaca, Michoacán, Guerrero, seremos muchos y concientizaremos más. Buscaremos que los yucatecos se interesen más por los problemas nacionales porque todos ellos les afectan. ¿Se ha olvidado acaso que Yucatán es de los tres o cuatro estado más pobres del país y necesita para vivir subsidios nacionales? ¿No se recuerda acaso que Yucatán vivió (aunque miserablemente) durante 100 años (1870-1970) del henequén y hoy aquellas 80 mil familias han sido abandonadas a su suerte? ¿Cuántas decenas de miles de niños acuden a las escuelas “a estudiar” sin un pan en el estómago?

7. Si no fuera por la religión y el discurso derechista de que “la felicidad no está en la tierra”, Yucatán –con su pobreza, miseria y desempleo- estaría luchando codo con codo con los pueblos de todo el sureste. Yucatán estaría en el liderazgo de las batallas por la justicia y la dignidad en el sureste mexicano. Pero incluso algún poeta señaló: “en el norte se trabaja, en el centro se piensa y en el sureste se sueña”. Hay que decirle a la República que en el sureste se sueña, pero también se trabaja: soñamos con un mundo mejor y trabajamos diario para lograrlo. Lo que ha sucedido es que los gobiernos han abandonado al sureste durante más de un siglo y no nos hemos defendido. (5/X/15)