jueves, 29 de octubre de 2015

octubre 29, 2015
BERLÍN, Alemania, 29 de octubre.- Cuando el pasado mes de julio John Cryan cogió los mandos del Deutsche Bank sabía que la situación del mayor banco alemán era complicada, pero quizás no se esperaba los “resultados totalmente decepcionantes” que él mismo ha presentado hoy jueves en Fráncfort. Tras una sucesión de escándalos –que van desde la manipulación de los índices hipotecarios hasta el lavado de dinero- la entidad emprende ahora una profunda reestructuración para hacer frente a la crisis en la que se halla.


Las pérdidas récord registradas en el tercer trimestre del año –de 6.024 millones de euros, que el banco ya había anunciado a principios de mes- han llevado al Deutsche Bank a anunciar la eliminación de 15.000 puestos de trabajo –de los que 9.000 son empleos propios y el resto consultores externos-, el abandono de las actividades en 10 países y la supresión del dividendo ordinario para los ejercicios fiscales de 2015 y 2016, algo que no ocurría desde los años cincuenta del siglo pasado.

“Nuestra casa debe volver a ser atractiva para clientes, accionistas y trabajadores”, se justificó Cryan. Casi la mitad de los 9.000 puestos de trabajo suprimidos afectarán a Alemania. El banco abandonará cinco países latinoamericanos (Argentina, Chile, México, Perú, Uruguay), cuatro europeos (Dinamarca, Finlandia, Noruega y Malta) y Nueva Zelanda.

Las pérdidas millonarias se explican por varios motivos, pero sobre todo por las amortizaciones para la banca de inversión dotadas por la entidad, de 5.800 millones de euros en el tercer trimestre del año. También han influido los procesos legales en los que se ha visto envuelto el Deutsche Bank, para los que se han provisionado en los nueve primeros meses del año otros 1.000 millones. En total, el banco ha apartado 4.800 millones para hacer frente a los numerosos escándalos en los que está inmerso, los últimos de ellos relacionados con la violación de las sanciones aprobadas a países como Irán o Rusia.

Cryen añadió que, “a no ser que ocurra un milagro”, el banco también registrará pérdidas para todo el año 2015. (Luis Doncel / El País)