miércoles, 23 de septiembre de 2015

septiembre 23, 2015
Carlos Loret de Mola Álvarez / Historias de reportero

Este año, antes de ser nombrado embajador, en su calidad de consultor y analista, Miguel Basáñez ofreció tres conferencias magistrales en las que expuso su lectura sobre lo que está sucediendo en México. En febrero en el Instituto Hudson de Washington, en marzo en la London School of Economics y en junio en el Diálogo Interamericano también de la capital estadounidense.

Dejó esbozada su hipótesis de por qué se ha derrumbado la imagen del presidente Peña Nieto en todo el mundo:

El “Complejo industrial-militar” estadounidense no estuvo de acuerdo con que el actual presidente mexicano delineara en campaña que su estrategia contra el crimen organizado sería de menos enfrentamientos contra los cárteles y más búsqueda de la paz nacional.

Dr. Miguel Basáñez Ebergenyi, Embajador de México en Estados Unidos.

El doctor Basáñez se remontó al discurso de despedida del presidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower, quien en 1961 advirtió de la creación de este Complejo (complex, en inglés) integrado por una cada vez más poderosa e influyente industria militar que se beneficiaba económicamente de las guerras que emprendía Estados Unidos, y hasta las provocaba.

Sugirió que el Complejo americano estaba contento con el dinero que hacía suministrando equipo para la guerra contra el narco de los presidentes Fox y Calderón, y le causaba disgusto que esto pudiera detenerse con la llegada de Peña, y quizá estaría detrás de una campaña de desestabilización del régimen.

Dejó sobre la mesa dos supuestos momentos de intervención del Complejo en el arranque del peñanietismo, basado en reportes del New York Times y el Washington Post: cuando el embajador de Estados Unidos en México Anthony Wayne habría citado a su oficina al gabinete de seguridad del gobierno entrante, y cuando desde Washington se habría descarrilado a la que habría sido la primera opción de Peña para secretario de Defensa: el polémico general Moisés García Ochoa, a quien Estados Unidos no le tendría confianza.

Miguel Basáñez habló de un segundo factor que estaría generando el deterioro en la imagen de Peña Nieto: la falta de lealtad y hasta de respeto a la figura presidencial, incluso dentro del PRI y entre funcionarios de gobierno, que no le deberían sus cargos al primer mandatario, no responderían a él e incluso circularían chistes sobre su persona.

¿Qué va a pasar con el sexenio? Basáñez le dio 40% de probabilidad de éxito con un rebote de los petroprecios y una eficaz implementación de las reformas; un 40% a un escenario pesimista con más protestas, presidente débil y crimen creciente; y un 20% a un reimpulso de la administración aliándose con la sociedad civil.

Estos comentarios los hizo Basáñez en la libertad de expresión que otorga la trinchera académica y del análisis, de la que ya no goza desde que fue nombrado hace unas semanas embajador de México en Estados Unidos.

Pero será interesantísimo ver su gestión, de cara a su pensamiento.

SACIAMORBOS. Cuando Enrique Peña Nieto iba en prepa hacía “ronda” con Tatiana, la hija del actual embajador de México en Estados Unidos, Miguel Basáñez.

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