miércoles, 23 de septiembre de 2015

septiembre 23, 2015
DESDE EL VUELO SANTIAGO DE CUBA-WASHINGTON D.C., 23 de septiembre.- «¿Me preguntan si soy católico? Si sirve, puedo recitar el Credo…». Papa Francisco habló ayer con los periodistas durante el vuelo de Santiago de Cuba a Washington, para responder a las acusaciones de quienes lo tildan de «comunista» o, incluso, de «anti-papa».

¿Qué piensa sobre el embargo hacia Cuba? ¿Hablará de él en el Congreso?

El fin del embargo es parte de las negociaciones entre los Estados Unidos y Cuba. Los dos presidentes han hablado; espero que se llegue a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Con respecto a la postura de la Santa Sede sobre los embargos, los Papas precedentes se expresaron, y no solo a propósito de este caso. De ello habla la doctrina social de la Iglesia. En el Congreso no aludiré a ello de manera específica, sino que hablaré en general sobre los acuerdos como un signo de progreso en la convivencia.

Se habla de 50 disidentes cubanos arrestados. ¿Quería reunirse con ellos?

El papa Francisco sonríe a bordo de un avión de Alitalia a su llegada, este 22 de septiembre de 2015, en la base aérea de Andrews, Maryland (EE.UU.). EFE

No tuve noticias de los arrestos. A mí me gusta encontrar a todos, todos son hijos de Dios, cada encuentro enriquece. Estaba claro que yo no habría dado ninguna audiencia privada, no solo a los disidentes, sino también a los demás, incluidos algunos líderes de Estado que habían pedido una. Sé que de la Nunciatura se hicieron llamadas telefónicas a algunos disidentes para decirles que, al llegar a la Catedral de La Habana, los habría saludado con gusto. Saludé a todos, pero nadie se identificó como disidente.

¿La Iglesia católica puede tener un papel para ayudarlos?

La Iglesia cubana ha trabajado para hacer listas de prisioneros a los que hay que dar el indulto, que se concedió a más de 3000. Hay otros casos que se están estudiando. Alguien me dijo: ¡sería bello eliminar la cadena perpetua! Es casi una pena de muerte oculta, tú estás ahí muriendo todos los días sin la esperanza de liberación. Otra hipótesis es que se hagan indultos generales cada uno o dos años. La Iglesia ha trabajado y está trabajando para pedir indultos, y lo seguirá haciendo.

Cuando Fidel estaba en el poder, la Iglesia sufrió mucho. ¿Le pareció arrepentido?

El arrepentimiento es algo muy íntimo, de consciencia. Durante el encuentro hablamos sobre los jesuitas que él conoció: le llevé como regalo un libro y un CD del padre Llorente, seguramente él apreciará. EN relación con el pasado, hablamos solo sobre el colegio de los jesuitas y sobre cómo lo ponían a trabajar. Después hablamos mucho sobre la encíclica «Laduato si’». Él está muy interesado por el tema de la ecología y está preocupado por el medio ambiente. Fue un encuentro informal, espontáneo.

En pocos años ha habido tres visitas papales a Cuba. ¿Es porque «sufre» de alguna «enfermedad»?

No. El primer viaje de Juan Pablo II fue histórico, pero normal: visitó muchos países agresivos en contra de la Iglesia. La segunda visita fue la de Benedicto XVI, y también esa era normal. La mía fue un poco casual, porque primero había pensado llegar a Estados Unidos desde la frontera de México, la primera idea, Ciudad Juárez, el límite, ¿no? Pero ir a México sin visitar a la Virgen de Guadalupe hubiera sido una bofetada. Después llegó el anuncio del 17 de diciembre (el «deshielo» entre Cuba y Estados Unidos, ndr.), después de un proceso de casi un año. Y dije: vayamos a Estados Unidos pasando por Cuba. No porque tenga «males» especiales que no tienen otros países. No interpretaría así las tres visitas. Yo, por ejemplo, visité Brasil: Juan Pablo II fue tres o cuatro veces, pero no tenía una «enfermedad» especial. a las comunidades cristianas cubanas, hoy el encuentro con las familias fue muy lindo, fue muy hermoso. Perdón que me ha venido el español, las preguntas eran en español, espero que las hayan entendido. Se lo agradezco mucho.

Sus denuncias sobre la inequidad del sistema económico mundial ha provocado reacciones de todo tipo: sectores de la sociedad estadounidense han llegado a preguntarse si el Papa es católico…

Un amigo cardenal me contó que fue a verlo una señora, muy preocupada, muy católica, un poco rígida pero buena. Y le preguntó si era verdad que en la Biblia se hablaba de un Anticristo. Después le preguntó si hablaba de un anti-papa. Y cuando él le preguntó por qué le hacía estas preguntas, ella respondió: «Estoy segura de que Francisco es un anti-papa, porque no usa los zapatos rojos». En relación con lo de ser comunista: estoy seguro de no haber dicho nada más con respecto a lo que enseña la Doctrina social de la Iglesia. Soy yo el que sigue a la Iglesia, y sobre esto creo no errar. Tal vez algo ha dado una impresión un poco más «a la izquierda», pero sería un error de interpretación. Y si es necesario que recite el Credo, estoy dispuesto a hacerlo…

En el último viaje a América Latina, usted criticó fuertemente el sistema capitalista; en Cuba fue más «soft» con el sistema comunista. ¿Por qué?

En los discursos en Cuba siempre aludí a la doctrina social de la Iglesia. Las Cosas que hay que corregir las dije claramente, no de manera «perfumada». En relación con el capitalismo salvaje, no dije más que lo que escribí en la «Evangelii gaudium» y en la encíclica «Laudato si’». Aquí en Cuba el viaje era pastoral, mis intervenciones fueron homilías. Fue un lenguaje más pastoral, mientras en la encíclica había que tratar cosas más técnicas. (Andrea Tornielli / Vatican Insider)