domingo, 27 de septiembre de 2015

septiembre 27, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 27 de septiembre.- Con un trabajo literario poco conocido, el yucateco Pedro I. Pérez Piña es uno de los primeros escritores de inicios del siglo XX que utilizó sus publicaciones para plantear problemáticas sociales como las adicciones, tema casi no abordado en esa época, reveló la antropóloga Rosely Quijano León.


En el marco del Congreso “Estética, discurso y entorno: 200 años de literatura yucateca”, la investigadora presentó la noche del sábado el libro “Los irredentos”, de la autoría de Pérez Piña y editado por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), con lo que se buscar rescatar y difundir su legado.

Durante el evento desarrollado en la Unidad Editorial de la Secretaría de Educación del Estado, la especialista comentó que la obra es una novela de 1936 que plantea como tema central el comercio de drogas en el puerto de Progreso durante la década de los 30, teniendo como protagonistas a una pareja de abolengo que se vuelve adicta.

“Pedro Pérez Piña no figuraba en el ámbito literario de Yucatán, él escribía para Progreso en una revista llamada ‘Juventa’, sin embargo, sus propuestas eran muy poco conocidas, por eso me dediqué a investigar más sobre él y que hoy día conozcamos lo que hizo”, manifestó.

Quijano León dijo que como antecedente a su investigación elaboró la tesis “Los olvidos de la literatura yucateca de principios del siglo XX: Pedro I. Pérez Piña”, que tuvo el propósito de reconocer el trabajo del también médico, quien no era advertido en ésa época porque escribía a manera de denuncia social.

Comentó que “Los irredentos” involucra costumbres sociales con las cuales se construyen los escenarios de la historia, es así que figuran el teatro “José Peón Contreras” y la Feria de Reyes de Tizimín, por mencionar algunos.

Por último, la antropóloga egresada de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) señaló que Pedro Piña nació en Ticul, pero toda su vida vivió en Progreso y escribió el “Atavismo”, así como 12 novelas y sólo publicó tres. Asimismo, se dedicó a la poesía y al teatro.

Previo a esta presentación, los escritores yucatecos Carlos Martín Briceño y Will Rodríguez hicieron lo propio con el libro “Solana” del chiapaneco Fernando Trejo, que contiene una serie de poemas en prosa con un lenguaje sencillo y conmovedor que evocan la infancia y los principios de la adolescencia del autor. 

En el evento se destacó que la obra es un referente generacional y está dividida en cuatro capítulos que son un homenaje a la vida y a la muerte, de lectura serena y penetrante en la cual predominan el cielo, las nubes, los árboles y los sonidos del silencio.

Con la presencia del autor del poemario, quien obtuvo el Premio de Poesía “Enoch Cancino Casahonda” de Chiapas, Martín Briceño leyó una crónica sobre el trabajo en prosa de Trejo, en el que subrayó que el leer “Solana”, de 86 páginas, lo convirtió en recipiendario de la dolorosa pérdida de Carlos, el protagonista.

Al tomar la palabra, Fernando Trejo dijo que “Solana” significa un lugar donde siempre está dando el sol de lleno, puesto que él y su primo vivían en el mismo edificio y jugaban en la azotea, que era su único espacio para compartir historias.

Indicó que la publicación recibió en 2014 la mención honorífica del Premio Nacional de Poesía Joven “Elías Nandino” y el lector encontrará melancolía y nostalgia del autor, que se aferra a no olvidar nunca lo que amó, ya que es como un álbum familiar cuyo protagonista falleció siendo adolescente a causa de una enfermedad.

Para finalizar su participación en este encuentro literario, se leyeron algunos de los textos contenidos en “Solana”, entre ellos “Terminator II”, “Debajo de la cama” y “Sexto sueño de Carlos". (Boletín)