sábado, 22 de agosto de 2015

agosto 22, 2015
ATENAS, Grecia, 22 de agosto.- «Bomba Varoufakis: amenaza a Maximu» (Los Pinos de Grecia). Esta es la frase que se pudo leer este sábado en el último número de la revista «Parapolitiká» y que ha puesto a los griegos en ascuas. Iba seguida por otra: «las grabaciones del exministro son la pesadilla de Tsipras», que ha debido de poner muy nervioso al primer ministro en funciones. Ya en el interior, el texto describe cómo el que ha sido bautizado como «exzar de la economía», en referencia a Yanis Varoufakis (Varufakis), exministro de Finanzas, habría grabado algunas de las conversaciones que ha mantenido con Alexis Tsipras durante los últimos meses, y que tendría la intención de publicar durante la nueva campaña electoral.

Varoufakis ya ha anunciado que seguirá siendo político y que no será candidato de Syriza, algo obvio, aunque no se sabé si se unirá a la nueva formación Unidad Popular, que lidera Lafazanis. Lo que sí se sabe es que en estas elecciones no habrá cruz de preferencia para los candidatos, sino que cada partido presentará una lista y se votará al partido, y no al candidato.


Está claro que Tsipras no tiene intención de incluirle en su lista, dado que votó «no» al tercer rescate. Además, el propio Varoufakis ha dejado bien claro su opinión sobre las últimas afirmaciones del ahora primer ministro en funciones y su partido, a los que acusa en una entrevista concedida a «Le Nouvel Observateur» (enlace) de haber «traicionado a la gran mayoría del pueblo griego», añadiendo que pensaba que la aceptación del tercer rescate es el comienzo de la salida del país del euro, y el comienzo de la realización del plan de Schäuble.

«Parapolitiká» cuenta cómo Varufakis, según fuentes policiales que investigan sus actividades, está siempre grabando (ya se le acusó de hacerlo durante el consejo de ministros de Finanzas del Eurogrupo en Riga, cuando acumulaba material para su próximo libro). Y se sabe que ha tenido muchas conversaciones privadas con Tsipras, tanto en la oficina del primer ministro como en casas privadas en la isla de Egina y otros despachos. Se supone que sobre un posible «plan B» y sobre el cambio de política de Tsipras que le llevó a aceptar el tercer rescate. A esto se suma que la Fiscalía de Atenas ha pedido al Parlamento que estudie si debe levantarse su inmunidad para juzgarle por traición, en relación al proyecto, diseñado en paralelo a las conversaciones con el Eurogrupo, para crear un sistema financiero que permitiera volver al dracma.

Incertidumbre política

Mientras tanto, continúa el clima de incertidumbre política en Grecia, donde sigue el proceso para formar gobierno y así evitar nuevos comicios. El primero en intentarlo es el partido conservador, liderado por Vanguelis Meimarakis, que parece que no lo va a lograr. Su plazo expira este domingo por la mañana, por lo que le tocaría el turno a la siguiente fuerza con más representación parlamentaria, la recién creada Unidad Popular, que reúne a 25 de los diputados rebeldes de Syriza, que tampoco tiene buenas perspectivas de conseguirlo. Se estima que el proceso terminará la semana próxima con la proclamación de las elecciones generales que la portavoz gubernamental, Olga Yerovasiliu, considera que tendrán lugar el domingo 20 de septiembre, aunque se han barajado otras fechas.

Este fin de semana, al mismo tiempo que tenían lugar los encuentros entre líderes de los partidos griegos, Tsipras ha puesto en marcha la creación de tres comités: uno para el programa electoral, otro para la creación de las listas de candidatos y un tercero para la comunicación.

De cara a los nuevos comicios, el primer ministro en funciones presenta dos grandes ventajas frente a sus rivales. En primer lugar su popularidad tras la firma de un tercer rescate que dará al país 86.000 en tres años y lo mantiene firmemente anclado al euro (a la mayoría del electorado le basta con esto, aunque casi el 62% votara contra un texto muy parecido). La segunda ventaja es la situación de la oposición. Tanto los conservadores como los socialistas, su principal rival, siguen desorganizados y no se han recuperado de la derrota de las pasadas elecciones. Eso sí, los dos partidos han cambiado de líderes. (Begoña Castiella / ABC.es)