domingo, 23 de agosto de 2015

agosto 23, 2015
GEVGELIJA, Macedonia, 23 de agosto.- Más de 6,000 inmigrantes, cifra que podría ser de hasta 8,000, ingresaron el domingo a Serbia, reanudando su camino a Europa occidental luego de que las fuerzas policiales de Macedonia desistieran de su intento de controlar el flujo de refugiados, en su mayoría sirios.

Macedonia cedió a la presión y recurrió a buses y trenes para transportar a los inmigrantes hacia el norte, luego del caos causado por el cierre de su frontera a manos de sus fuerzas de seguridad, que usaron gases lacrimógenos para mantenerlos fuera del país.

El ministro de Defensa serbio Bratislav Gasic dijo que más de 5,000 personas ingresaron al país durante la noche a través de la frontera con Macedonia.

En la zona se formaban larguísimas filas de inmigrantes de Oriente Medio, África y Asia que esperaban los papeles para legalizar su tránsito hacia el norte a través de Serbia, antes de ingresar a pie a Hungría para finalmente acceder a la zona europea de libre tránsito Schengen.

El destino de los inmigrantes es la localidad de Presevo, en el sur de Serbia. Entre 6,000 y 8,000 personas habrían alcanzado ya este sitio, paso intermedio para continuar hacia Hungría y después a Alemania, lugar anhelado por la mayoría de ellos. (Reuters)

"Esperamos que en los próximos dos días el flujo sea de similar intensidad", dijo Gasic según lo citó la agencia de noticias estatal serbia Tanjug.

En Grecia, un barco que llevaba a 2.466 inmigrantes desde las islas llegó al puerto de Atenas en la mañana del domingo. La nave partió dos horas después en busca de más gente.

Casi todos se dirigirán a Macedonia, que decretó estado de emergencia el jueves cuando selló su frontera sur a inmigrantes que llegan a un ritmo de 2.000 por día.

La situación ha provocado escenas de desesperación en la frontera donde hombres, mujeres y niños han dormido a la intemperie con muy poca comida o agua a mano.

"Miré las noticias en la televisión y quede anonadado", dijo Abdullah Bilal, de 41 años y procedente de la ciudad siria de Alepo. "Pensé que me enfrentaría a lo mismo cuando llegara, pero todo ha sido muy pacífico. La policía nos dijo 'bienvenidos a Macedonia, trenes y buses los están esperando'".

Mohannad Albayati, que viene de Damasco y tiene 35 años, viaja con su esposa, dos niños y tres hermanos: "Dimos un paso pero es un largo camino hasta nuestro destino, pero con la ayuda de Alá llegaré a Alemania". (Reuters / El Mundo)