miércoles, 19 de agosto de 2015

agosto 19, 2015
Carlos Loret de Mola Álvarez

A veces se quedaban con la boca abierta, de pronto los planteamientos los dejaban balbuceando respuestas, en ocasiones reían discretamente. Las mejores anécdotas electorales las tienen quienes trabajan en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Transparencia Mexicana.

Ambas organizaciones no gubernamentales crearon la iniciativa #3de3 para que los candidatos de la pasada elección federal del 7 de junio presentaran tres declaraciones: patrimonial, de impuestos y de conflicto de interés.

Eso les obligó a tratar con muchos aspirantes, y a conocer así la realidad de la clase política mexicana.

Un candidato les llamó para pedir si podía entregar sus #3de3 pero que no se hiciera público “hasta que yo tenga fuero”.


Otro declaró ingresos por más de 400 mil pesos, parte de ellos resultante de un cargo público, pero dijo que no estaba dado de alta en el SAT.

Un candidato a alcalde dijo que el año pasado ganó un millón 700 mil pesos, la gran mayoría en remuneración por su cargo público, pero que no está obligado a presentar declaraciones de impuestos ante el SAT por ser político.

Una candidata a jefa delegacional declaró ingresos en 2014 por casi medio millón de pesos, pero el SAT dice que su RFC ha estado inactivo desde 2010.

Pero de todas las anécdotas, la mejor fue la del candidato que expresó que su mayor preocupación de presentar su declaración patrimonial… era que su esposa se enterara de cuánto tiene.

Y eso que los que se acercaron a #3de3 se presumiría que constituyen lo más transparente de la clase política mexicana.

Las organizaciones no quisieron revelar los nombres de los protagonistas de estas historias pero me confiaron que son de distintos partidos políticos. El IMCO y Transparencia Mexicana quieren que los candidatos que presentaron sus tres declaraciones y resultaron electos se vuelvan impulsores de que #3de3 deje de ser una iniciativa que apela a la voluntad de los políticos y se convierta en una obligación de ley.

En total durante todo el periodo electoral pasado, 397 candidatos presentaron su #3de3. Tras la prueba de las urnas, queda que 101 candidatos ganadores han presentado su #3de3. De ellos destacan ocho de los nueve futuros gobernadores (el único que no lo hizo fue el priista Alejandro Alito Moreno, de Campeche; cosa que no sorprende después de leer esta columna en su serial Candidatos bajo sospecha), además de 17 presidentes municipales, seis jefes delegacionales, 52 diputados federales y 18 locales. De las tres declaraciones, la que menos se presentó fue la fiscal. Es decir, hasta entre los políticos más animados por la transparencia no hay la costumbre de pagar impuestos.

Ojalá los resultados de #3de3 en su primer episodio motiven a los partidos a mejorar el perfil de sus candidatos y a la sociedad a exigir que se vuelva un requisito de campaña y de gobierno.

SACIAMORBOS

El informe final de Tanhuato incluye peritajes realizados por la PGR y la Procuraduría de Michoacán. Habla de decenas de disparos por la espalda a corta distancia, de tiros de gracia. ¿Se atreverá el gobierno federal a presentarlo tal cual o le están dando su “manita de gato”? Ya se nota un fuerte esfuerzo mediático por tapar el asunto.