sábado, 4 de julio de 2015

julio 04, 2015
ATENAS, Grecia, 4 de julio.- El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, aseguró en declaraciones a la edición dominical del "Frankfurter Allgemeine Zeitung" que Alemania persigue hace tiempo la salida de Grecia del euro, al tiempo que se mostró convencido de un acuerdo con los acreedores a principios de la semana que viene.

"Ya en 2012, el señor (Wolfgang) Schäuble, (titular de Finanzas alemán), dio a entender claramente que preferiría un 'grexit'", señaló Varufakis en declaraciones adelantadas hoy por el rotativo. El ministro se mostró convencido de que los griegos votarán mayoritariamente "no" en el referéndum de mañana y que su gobierno continuará existiendo después del plebiscito.


"Sé que el Gobierno alemán desearía otra cosa, pero los griegos probablemente no. Confían en nosotros", afirmó. Independientemente del resultado del referéndum, a principios de la semana que viene habrá un acuerdo entre Grecia y los acreedores, aseguró.

"Esperamos tener el lunes un acuerdo", dijo. En caso de que una mayoría votará "sí", habría un acuerdo según las exigencias de las instituciones acreedoras -el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE)-, indicó. "No haga caso de los que dicen que la oferta ya no está sobre la mesa. Claro que lo está, porque es eso lo que quieren", dijo.

Entrevista para El Mundo

Irene Hernández Velasco pregunta al Ministro:

Si Angela Merkel le llamara ahora mismo y le pidiera un acuerdo antes del referéndum... ¿Estaría dispuesto a encontrarlo?
Créame que he hemos hecho absolutamente de todo para lograr un acuerdo. Mire las cosas que hemos propuesto: hemos aceptado cosas en las que no creemos para nada de nada, políticas con las que estamos absolutamente en contra. Hemos aceptado seguir con la austeridad, cuando sabemos que la austeridad no funciona. Lo único que pedíamos a cambio era que esa austeridad no recayera en los pobres, sino en los ricos. Y claro, no les gustó. Y también pedimos que nos reestructuraran la deuda, precisamente para poder pagarla. Y nos respondieron que bueno, que tal vez más adelante... Y no, no se puede retrasar, tiene que hacerse ahora. Si Angela Merkel o la Troika llegaran con un acuerdo sensato, lo firmaríamos ya, inmediatamente.

¿Y desconvocarían el referéndum?
Me temo que ya es tarde para eso. Ahora lo que quiere Bruselas y la Troika es que gane el 'sí' para de ese modo poder humillar a los griegos. Pero no vamos a dejar que nos humillen, vamos a demostrar que no tenemos miedo al miedo.

Usted es profesor de economía, una figura académica... ¿Se imaginaba que la política fuera algo tan duro?
Sí. Nunca me he hecho muchas ilusiones respecto a la política, nunca he tenido en muy alta consideración sus juegos. Pero dicho eso, nuestro país está en graves dificultades, el pueblo griego lleva desde hace cinco años siendo exprimido y sufriendo enormemente por una crisis de la que no vemos el final y llega un momento en el que uno tiene que jugar su papel dentro de este proceso democrático. Y mi papel es tratar de defender los intereses de los griegos y de los europeos, porque ser gobernado por la Troika es algo que va contra el interés tanto de los griegos como de los europeos.

Sin embargo, Bruselas les acusa a ustedes de ser unos irresponsables que están jugando con fuego y que están llevado a Grecia al suicidio...
A los lectores de su periódico me gustaría mandarles un mensaje: por favor, no se dejen convencer por lo que dicen los otros y decidan por ustedes mismos. Lean nuestras propuestas y juzguen ustedes. Pregúntense si nuestras propuestas son unas propuestas sensatas o unas propuestas radicales. Si leen nuestras propuestas, se darán cuenta de que son propuestas muy moderadas y muy sensatas. Incluso hemos aceptado medidas fiscales y ciertas reformas en las que no creemos, y las hemos aceptado con el único objetivo de conseguir un acuerdo. Pero la parte relativa a la financiación y a la deuda no la podemos aceptar, por la sencilla razón de que no se sostiene aritméticamente. La precisión de las matemáticas indica que si aceptáramos lo que nos piden, en unas semanas ese programa demostraría que es absolutamente inviable. Así que, ¿quién es el irresponsable aquí? No se olvide de que la Troika ha cometido ya terribles errores y que hace cinco años simplemente hizo añicos la economía de este país. Sólo tiene que comparar lo que sus predicciones decían en 2010, en 2011 y en 2012 con lo que realmente ha ocurrido. Así que antes de apuntarnos con el dedo y de acusarnos de irresponsables deberían de hacer un poco de autocrítica y dejar de pretender que sus medidas funcionan. La austeridad no funciona, a la vista está.

Sus acreedores en general y Berlín en particular les echan públicamente en cara que no están cumpliendo con los compromisos que han contraído, presentan a los griegos como un hatajo de caraduras que pretenden vivir del esfuerzo y el dinero de los demás, como unos jetas que han gastado a lo loco y que ahora aspiran a que les perdonen sus deudas.
Bueno, eso es lo que Goebbels llamaba propaganda, ¿no? Goebbels pensaba que el modo mejor de extender una mentira era elegir una gran mentira y repetirla sin cesar. Y eso es lo que están haciendo con nosotros. Pero no es verdad. Los griegos somos gente muy orgullosa, los griegos queremos pagar nuestras deudas. Pero uno no puede pagar sus deudas si resulta que la deuda continúa aumentando y sus ingresos continúan reduciéndose, que es exactamente lo que le ocurre a nuestra economía. Para poder pagar nuestras deudas debemos arreglar primero la economía, y la manera de hacerlo es poniendo fin a la austeridad, por la sencilla razón de que la austeridad reduce los ingresos y se ha demostrado no sólo inefectiva sino perjudicial. Por eso, porque queremos devolver el dinero que nos han prestado, necesitamos un acuerdo que reestructure nuestra deuda pública. ¿Quiere que le ponga un ejemplo?

Sí, por favor, póngame un ejemplo de lo que quieren ustedes hacer con la deuda griega.
General Motors. Hoy es una compañía que va bien. ¿Por qué? Porque cuando General Motors fue declarada insolvente en 2009, su deuda se reestructuró y eso le permitió obtener beneficios y pagar sus deudas. Eso es lo que queremos. Nosotros no pedimos ninguna locura, ninguna cosa rara, ninguna medida de izquierda radical. Pedimos algo que en el mundo de las empresas y las finanzas se hace todo el tiempo. Cuando una compañía está en apuros, va al banco y pide que le reestructuren sus deudas. Los bancos lo hacen, la compañía de ese modo se recupera y el propio banco cobra su dinero. Eso es lo que nosotros pedimos.

¿Siente que está en una guerra?
Es difícil no sentir que estás en guerra cuando te obligan a cerrar los bancos por preguntar al pueblo griego su opinión sobre una propuesta de acuerdo.

¿Qué necesitaría Europa para tener políticas más keynesianas en lugar de estas políticas neoliberales?
No se trata ni siquiera de keynesianos contra neoliberales, sino de puro sentido común. La Eurozona está fatalmente diseñada. El Eurogrupo, por ejemplo, toma todas las decisiones que afectan a nuestras vidas. Pues bien: no existe sobre el papel, es un organismo que no existe. El otro día pregunté si el presidente del Eurogrupo podía ignorar la regla que funciona desde hace 15 años y por la cual todas las decisiones de ese organismo se deben de tomar por unanimidad. Y nos respondieron diciendo que el Eurogrupo no es un organismo formalmente constituido, en el sentido de que oficialmente y sobre el papel no existe. Nos quedamos boquiabiertos, porque es increíble. Resulta que en Europa tenemos una unión monetaria dirigida por un organismo que no tiene reglas escritas, porque los tratados de constitución no fueron redactados adecuadamente. ¿Qué diablos hemos hecho? Por no hablar de que los ciudadanos no tienen derecho a saber lo que pasa en las reuniones del Eurogrupo, ni siquiera 30 años después, cuando resulta que en esas reuniones se toman decisiones que determinan las vidas de los propios europeos. ¿Realmente es así como queremos que funcione Europa?

Los neoliberales le acusan también de estar llevando a extremos insospechados la teoría de los juegos, de estar disputando una partida de póker con Grecia encima del tapete.
No es verdad. Como comprenderá no tengo derecho a jugar con la vida de la gente ni se me ocurriría hacerlo. Pero lo que no voy a hacer es aceptar una solución que sé que no es la solución. Los que nos acusan de jugar partidas supongo que ahora se habrán dado cuenta de que no es un juego, que nunca lo ha sido. El mes pasado nos pusieron frente a un dilema absolutamente cruel: firmad o tendréis que cerrar los bancos. Y no hemos firmado, nos hemos negado a rubricar un acuerdo que no podemos cumplir.

Aunque no haya encuestas, en las calles de Atenas lo que se siente es que la gente cada día que pasa tiene más miedo.
Sí, así es. Lo que están haciendo con Grecia tiene un nombre: terrorismo.

¿De verdad piensa que lo que están haciendo con Grecia es terrorismo?
Por supuesto que lo pienso: es terrorismo. ¿Por qué nos han forzado a cerrar los bancos? Para insuflar el miedo en la gente. Y cuando se trata de extender el terror, a ese fenómeno se le llama terrorismo. Pero confío en que el miedo no gane. (expansion.com / El Mundo)