domingo, 5 de julio de 2015

julio 05, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 5 de julio.- El desorden y caos de las calles y parques de esta capital yucateca, que han sido invadidas por el comercio informal, es el resultado de la ineficacia e ineficiencia de esta administración municipal que encabeza el alcalde Renán Barrera Concha.


Dicho comercio informal, también conocido como "ambulantaje", ha crecido de manera desmedida en la ciudad, plazas comerciales y calles y banquetas del Centro Histórico mientras que los tianguis se han multiplicado en parques y espacios públicos, ignorando incluso el llamado de las cámaras empresariales, que han calificado este problema como un incumplimiento de la administración de Renán Barrera Concha.

En un análisis de los casi tres años de este gobierno, para la bancada del PRI en el Cabildo de esta ciudad, es claro que nunca existió una política bien orientada para responder a las necesidades de este sector de la ciudadanía, como el programa fallido “mi primer inventario”, o la inversión de más de seis millones de pesos destinados al pago de rentas y remodelación de una casona en el Centro Histórico, que funcionaría como plaza comercial, que a dos meses que concluya esta administración, aún no ha sido puesta en marcha a casi año y medio que se empezó a pagar renta (desde febrero de 2014) de 100 mil pesos mensuales.

El alcalde Renán Barrera no entendió durante su administración municipal, cuales eran las necesidades de este sector de la ciudadanía, tras una política de oídos sordos. En la actualidad, es casi imposible caminar por las aceras del Centro Histórico por la multiplicación del ambulantaje.

Como artífices de la gran corrupción que se ha desatado en este comercio informal se ha señalado por los propios ambulantes al ex sub director de mercados, José Collado Soberanis y a Roberto Castillo, que a pesar que ya no son parte de la nómina municipal, siguen operando la red de corrupción en oficinas de la Comuna por el rumbo de Xoclán.

El descaro de la corrupción se refleja en los tianguis, que se han triplicado en el último año para secuestrar parques y espacios públicos a cualquier hora ante la molestia e impotencia de la ciudadanía porque no existe una respuesta eficaz y mucho menos eficiente de la autoridad municipal para solucionar esta realidad.

La bancada priista señala y lamenta el crecimiento permitido y desmedido de esta problemática por el alcalde Renán Barrera, aderezada de la corrupción que se dice existe a su alrededor, porque muchos confirman que económicamente le ha convenido. (Boletín)