domingo, 26 de julio de 2015

julio 26, 2015
NAIROBI, Kenia, 26 de julio.- Tras su exitoso paso por Kenia, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha aterrizado en el país vecino a las seis y media de la tarde, hora local, donde ha sido recibido por el primer ministro etíope, Hailemariam Desalegn.

El clima entre la visita de Obama en la tierra que le dio su color de piel y la que le espera en los próximos dos días en Etiopía es muy diferente. Es verdad que el máximo mandatario de los Estados Unidos es muy querido en África, pero su discurso actualizado del 'liberté, egalité, fraternité' no es tan bien recibido como él quisiera en ciertos países.


Kenia adora a Obama, y así se lo han mostrado. Aunque el presidente Uhuru Kenyatta haya tenido que mantener el tipo después de escuchar en varias ocasiones que la corrupción está siendo un "cáncer" que impide crecer al país.

En la capital etíope, Adis Abeba, Obama espera reunirse con líderes regionales y dará un discurso en la sala de plenos 'Nelson Mandela', en la sede de la Unión Africana. Se espera que algunos de los temas que trate en el país sean relativos a las crisis que actualmente asuela a estados cercanos como Sudán del Sur o Burundi.

Aunque Obama ha recibido críticas por no haber dedicado más viajes oficiales en el continente africano, sus visitas en Kenia y Etiopía son un hito para la historia. Es la primera vez que un presidente americano que esté ejerciendo su cargo, acude a estos países, pese a que ambos son dos puntos geoestratégicos esenciales en la lucha contra el terrorismo de Al Shabab. Con esta gira será la tercera vez que el líder americano visita el África subsahariana, en 2009 acudió a Ghana y en 2013 realizó un tour en Senegal, Tanzania y Sudáfrica.

La 'antidemocracia' de Etiopía

Bien es verdad que los dos destinos elegidos para esta cita africana no han sido muy bien entendidos dentro de los círculos académicos y entre la prensa internacional. El valor sentimental de Kenia y su compromiso en la lucha contra Al Shabab pueden haber sido suficientes para que el dirigente creyera conveniente visitar el país. Rehusó hacerlo en otras ocasiones alegando que "aún no era el momento".

Si bien Kenia es alabada por su libertad de prensa, -libre en la concepción de que no se encarcela ni oprime a los periodistas, aunque sí que están sujetos a la dictadura de la financiación de los medios-, Etiopía es lo contrario. Con miles de personas que han tenido que abandonar el país a causa de la ausencia de libertades, es uno de los principales países del mundo que viola sistemáticamente los derechos humanos.

Además, el país únicamente conoce una fuerza política, la misma que ganó recientemente las elecciones con un escandaloso 100% de los votos. El Frente Democrático Revolucionario de los Pueblos Etíopes (FDRPE) dirige el país desde el año 1991 y ocupan los 547 escaños que hay en la cámara de representantes.

Las dos próximas jornadas pondrán a Obama en una posición en la que deberá mantener las relaciones diplomáticas con el gobierno etíope, al mismo tiempo que seguirá defendiendo su discurso de defensa de los derechos humanos. (Carolina Valdehíta / El Mundo)