martes, 16 de junio de 2015

junio 16, 2015
ROMA, Italia, 16 de junio.- De Tim Hunt a Kary Mullis (por no meternos a hablar de las ocurrencias de Mario Vargas Llosa). Hay muchas historias sobre premios Nobel extravagantes, desde quienes "meten la pata" en sus declaracionese al que dice que fue secuestrado por extraterrestres. El sitio Stoccolmaaroma, editado por estudiantes de maestría de la Universidad La Sapienza de Roma, ha reunido para su edición especial de verano las historias más curiosas de nobeles. A continuación, algunas de ellas. (Silvia Bencivelli / La Repubblica / latercera.com/Javier Yanes en 20minutos.es) 


El caso más reciente es el de Tim Hunt, bioquímico británico, galardonado en 2001 con el Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento de las proteínas que controlan el ciclo celular. Durante la Conferencia Mundial de Periodistas Científicos hizo comentarios acerca de las mujeres que enfurecieron a la comunidad científica y social. Hunt (72 años), dijo que el problema con las mujeres es que suceden tres cosas cuando se encuentran en el laboratorio: "Te enamoras de ellas, se enamoran de ti, y cuando se les critica, lloran". Su frase fue posteada en las redes sociales donde provocó una ola de críticas, pero él no lo notó en el momento. En una entrevista a The Observer este fin de semana, señaló que estaba muy nervioso y un poco confundido. "Pero, sí, hice esos comentarios -que eran inexcusables-, pero los hice de una manera totalmente jocosa, irónica. Hubo algunos aplausos corteses y eso fue todo, pensé. Pensé que todo estaba bien. Nadie me acusó de ser un cerdo machista", dijo. Sin embargo, el comentario le costó su cargo honorario en la University College of London (UCL), y tiene a su mujer, Mary Collins, reconocida inmunóloga de la misma institución, en una incómoda situación. Ella sostiene que la universidad ha actuado de manera "totalmente inaceptable" al presionar tanto a los investigadores y no apoyar sus causas. Dice que no se le pidió su visión de la historia, que su esposo no es machista -que ella es, de hecho, feminista y no estaría con él de otra forma- y el mundo de la ciencia puede ser tan brutal como el de la política. "No es un viejo dinosaurio. Sólo dice tonterías de vez en cuando". "Fue algo increíblemente estúpido de decir", agrega. Hunt señala que tenía esperanza de hacer mucho más para ayudar a promover la ciencia en su país y en Europa, pero se ha convertido en tóxico. "Se me ha arrojado al olvido por institutos académicos que ni siquiera se han molestado en pedir mi versión de los hechos".


James Watson, premiado en 1962 por el descubrimiento de la doble hélice del ADN (con Francis Crick y Maurice Wilkins), dio pie al escándalo al declarar en 2007 a The Sunday Times que los negros son menos inteligentes que los blancos, a raíz de lo cual fue suspenido del  Laboratorio Cold Spring Harbor, en Nueva York y su carrera comenzó a desmoronarse, tanto que se convirtió en el primer ganador del Nobel en vender su medalla (recaudó más de 4.7 mdd).


Alexis Carrel, galardonado en 1912 con el Premio Nobel de Medicina por haber inventado un método para la sutura vascular y por sus estudios sobre los trasplantes de órganos, se convirtió al catolicismo después de presenciar lo que él creyó que era un milagro durante un viaje a Lourdes. Años más tarde afirmó haber sido testigo de un segundo milagro. En los años treinta se unió al partido pro-fascista francés y colaboró con el gobierno pro-nazi del mariscal Pétain. Fue un firme defensor de la eugenesia.


John William Strutt Rayleigh (en la foto) y Joseph Thomson, premios Nobel de Física, en 1904 y en 1905, defendieron al médium estadounidense Henry Slade, quien sostenía el carácter científico de las sesiones espiritistas.
Joseph Thomson


Brian David Josephson, premio Nobel de Física en 1973 (a los 33 años) por un descubrimiento hecho a la edad de 22 años, de que una corriente eléctrica puede fluir entre dos elementos de material superconductor separados por una delgada capa de materia aislante, es un erudito del misticismo oriental y defensor de los fenómenos paranormales. También sostiene una larga serie de teorías para-o anti-científicas, entre ellas la memoria del agua y la telepatía.


Linus Pauling, uno de los pocos que ha ganado dos premios Nobel, uno de Química en 1954 y uno de la Paz en 1962, fue uno de los estudiosos más importantes del siglo XX, incluido por la revista New Scientist en la lista de los veinte científicos más influyentes de la historia. Sin embargo, desarrolló una medicina "alternativa" sin base científica y basada en megadosis de vitaminas, cuya toxicidad fue posteriormente demostrada.


Kary Mullis ganó el Premio Nobel de Química 1993 por uno de los inventos más importantes de la historia reciente, la PCR, que ha permitido el rápido desarrollo de la biología y la genética: una técnica in vitro para amplificar fragmentos de ADN. Su autobiografía se titula "Bailando desnudo en el campo de la mente" y habla de mapaches con ojos ardientes, sobre su encuentro en la tercera fase con un mapache alienígena. Cabe apuntar que el científico confesó haber consumido grandes cantidades de LSD durante su juventud, e incluso llegó a reconocer que el ácido pudo ayudarle a alumbrar la idea de la PCR. Pero Mullis asegura que aquella noche en su cabaña de las montañas estaba sobrio y limpio cuando, según recoge Thomas Bullard en su libro The myth and mystery of UFOs (El mito y el misterio de los ovnis), basándose en el relato del propio bioquímico en su autobiografía: "Una vez hubo encendido las luces y dejado las bolsas de la compra en el suelo, se iluminó con una linterna para encaminarse hacia el anexo. Por el camino, vio algo que resplandecía bajo un abeto. Apuntando su linterna hacia el resplandor, parecía ser un mapache con pequeños ojos negros. El mapache habló diciéndole, “Buenas tardes, doctor”, a lo que él respondió con un saludo". Mullis también niega la existencia del SIDA y sostiene que fue secuestrado por extraterrestres.